No se resolvieron los reclamos de los choferes de colectivos por mayor seguridad, con lo que la UTA dispuso extender la medida de paro en las líneas nocturnas desde las 22 horas, con un pequeño recorte (en lugar de las 5, como durante el fin de semana, se dispuso hasta las 3.30). La medida se extendió a las líneas de Capital y conurbano y contó con el apoyo de las seis líneas de subte y el Premetro, cuyos trabajadores interrumpieron el servicio a partir de las 21.30. La reunión que definió la continuación de la medida tuvo lugar al mediodía, con el gobierno bonaerense, en la que los choferes reclamaron la instalación de cabinas blindadas, sin lograr resultados. El jueves pasado, Hugo Encina, chofer de la línea 96, fue asesinado a cuchilladas por un pasajero enojado con la máquina expendedora de boletos. Hugo Reyna, el pasajero irascible, fue detenido poco después y se negó a declarar.

“Se mantiene la medida de fuerza entre las 22 y las 5 de la mañana (después la hora de finalización sería reformulada)”, dijo el titular de la UTA, Roberto Fernández, tras el encuentro que mantuvo con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli. “Se acordó implementar mayor presencia policial en las horas de más riesgo”, afirmó Fernández y explicó que “comisarios de la provincia de Buenos Aires se reunirán con delegados de las líneas de colectivos para definir las zonas de mayor riesgo”.

Fernández y el dirigente Andrés Arrejoría mantuvieron un encuentro con Scioli, que estuvo acompañado por su jefe de Gabinete, Alberto Pérez. Tras el encuentro, los gremialistas de la UTA mantuvieron una reunión con el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli. “Vamos a hacer una comisión y rápidamente la policía se va a reunir en cada sector con los cuerpos de delegados del gremio para buscar la mejor manera para empezar a trabajar y encontrar solución a esta problemática.”

La problemática, al día de ayer, tenía nombre y apellido: Hugo Encina, el chofer de la línea 96 asesinado a puñaladas por un pasajero irascible que al subir se enojó porque la máquina expendedora de boletos no funcionaba y comenzó a golpearla y después atacó al chofer a puntazos. Reyna, de 42 años, supuestamente estaba borracho cuando cometió la agresión. Encina, con varias cuchilladas en el cuello y la espalda, fue internado, pero falleció en el hospital. A partir de ese momento, los choferes lanzaron la medida de fuerza.

Reyna fue trasladado ayer a la fiscalía descentralizada 2 de Gregorio de Lafèrrere, a cargo del fiscal Carlos Arribas, pero decidió no declarar, haciendo uso de la prerrogativa legal. No obstante, los investigadores aseguran que hay varios testigos de la presencia de Reyna en el colectivo y de su agresión contra el chofer. Media docena de testigos ya fueron citados para declarar durante la semana. El caso sería calificado como “homicidio simple”.

Tras el ataque, los gremialistas de la UTA comenzaron a reclamar, con un paro, mayor presencia policial y cabinas blindadas. “Estamos hablando de una cabina y de algunas cositas más, pero en un día no lo vamos a poder arreglar”, sostuvo Fernández y consideró que “la cabina podría ser muy importante y la presencia policial también. Por el momento nosotros el servicio a las 10 de la noche lo vamos a terminar, pero vamos a seguir hablando con nuestros cuerpos de delegados para tratar, en tanto el gobierno busque soluciones, de darles nosotros soluciones a los usuarios. Concretamente, necesitamos cabinas y mayor presencia policial. El problema no es de los trabajadores solos, sino también de los usuarios”.