Militantes de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y trabajadores que construyen 780 viviendas en el barrio de Mataderos realizaron ayer dos “escraches” frente a los domicilios de funcionarios del Instituto de Vivienda porteño. Las concentraciones se hicieron para reclamar que se destrabe el pago de una suma de 2,4 millones de pesos, aportados por el gobierno nacional, destinados a la continuidad de esas obras y al pago de haberes de 1173 trabajadores. “Por esta situación se adeudan el medio aguinaldo y el mes de julio”, dijeron voceros de la Fundación.

Mientras el jefe del Gobierno porteño, Mauricio Macri, consideró que las expresiones fueron “una muestra de patoterismo”, voceros de la Fundación insistieron en que los fondos están “debidamente autorizados” y que los responsables del IVC habrían incurrido en el delito de “malversación de caudales públicos” por no haber transferido los fondos a su destinatario. Los “escraches” se hicieron frente a los domicilios de Roberto Apelbaum, titular del IVC, y del director del organismo, Eduardo Petrini, en Godoy Cruz y Seguí y en Segurola y Beiró. Los manifestantes fueron luego a la Jefatura de Gobierno porteño. Macri negó que haya demora en la entrega de los fondos y sostuvo que la Fundación “es ahora una empresa que se dedica a construir y debe cumplir los requisitos de cualquier contratista para recibir el dinero”.

Voceros de la Fundación dijeron que los fondos, aportados por la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación, fueron girados “el 8 de julio y no el 18, como dice Macri. En el IVC tuvieron que ser acreditados el 10 o el 11, porque el 9 de julio fue feriado. El pago se tendría que haber realizado diez días después de la fecha del envío, es decir el 18 de julio. Aun en el caso de que la fecha fuera la que dice Macri, esto es el 18 de julio, el traspaso se tendría que haber hecho ayer. Por eso hicimos el escrache”.