La Legislatura porteña avanza en la sanción de una ley que dispone la instalación en todos los garajes y playas de estacionamientos de la ciudad de espacios destinados para bicicletas, motos y ciclomotores. Hoy son muy pocos los estacionamientos que admiten este tipo de rodados y los que lo hacen suelen cobrar precios similares a las tarifas para automóviles, lo cual resulta inconveniente para los ciclistas. Ayer, la Asociación de Ciclistas Urbanos (ACU) expresó su apoyo a la norma en una audiencia pública en la que sólo hubo tres oradores, dos representantes de la ACU y uno de la Cámara de Propietarios de Garajes, que cuestiona la medida.

El texto se debatió en audiencia pública porque es parte de una modificación al Código de Edificación de la ciudad destinada a “optimizar el uso de cocheras en garajes y playas de estacionamiento comerciales”. En principio, la norma intentaba satisfacer un reclamo de los garajistas, que proponen flexibilizarla para utilizar los espacios libres y pasillos de las playas como cocheras móviles. Los legisladores aceptaron esa propuesta, pero le incorporaron el requisito de disponer de una cochera para estacionar “motovehículos, ciclomotores o bicicletas, con un sistema de anclaje y sujeción”, en el caso de las playas de hasta 20 cocheras, y de dos parcelas para las que tienen más de 20 cocheras.

“Se atendió al reclamo de los ciclistas pero se diferenció a los garajes chicos de los más grandes, para que no afecte su rentabilidad”, explicó a Página/12 la diputada Silvina Pedreira (Frente para la Victoria), titular de la Comisión de Planeamiento de la Legislatura. Como toda modificación al Código de Edificación requiere de una ley de doble lectura, después de la primera sanción se convocó a una audiencia pública. Pero se hizo con tan escasa difusión que sólo se anotaron tres interesados.

Néstor Sebastián, uno de los representantes de la Asociación de Ciclistas Urbanos, propuso en la audiencia que en lugar de destinar una o dos cocheras al estacionamiento de bicicletas, “se incorpore el concepto de anclaje, es decir, que se destine un espacio con anclaje para ocho bicicletas (en el espacio equivalente a una cochera), pero para que el dueño del garaje no pierda un espacio, que pueda colocar los anclajes en lugares donde no entra un vehículo, por ejemplo, debajo de una escalera”. Sebastián propuso entonces un mínimo de ocho anclajes en las playas con hasta 20 cocheras y en el resto, ocho anclajes por cada 20 cocheras.

En la actualidad, los ciclistas que viajan al centro porteño no encuentran lugares accesibles para dejar sus bicicletas. “Hay en el estacionamiento subterráneo de Plaza Congreso una prueba piloto, con seis lockers con candado, pero donde cobran 7 pesos la hora”, se quejó Sebastián. “Otros aceptan la bicicleta pero no entregan ticket ni ofrecen sujeción, por lo que no se responsabilizan ante un posible robo”, agregó.

El representante de la ACU reclamó además la reglamentación de la Ley 1752, que regula la tarifa que se cobra por estacionamiento en función del espacio que ocupa cada vehículo. “No puede ser que una bicicleta pague lo mismo que un automóvil”, enfatizó Sebastián.

“Hay que promover el uso de la bicicleta y para eso, los usuarios tienen que tener lugar para estacionar”, dijo el diputado Pablo Failde (Frente para la Victoria), autor de la ley que creó el bicing en la ciudad, un sistema público de alquiler de rodados que debe implementar el gobierno porteño.

El proyecto debatido ayer volverá a la Comisión de Planeamiento desde donde, después de hacer los ajustes necesarios, irá al recinto para ser convertido en ley.