Sólo chicas, Oh Penélopes, Princes Makeover y Princesas y Divas son sólo algunos de los nombres que llevan las empresas que ofrecen fiestas especiales para nenas. El lugar común: pasar un día de spa, maquillarse, vestirse como princesas y otras actividades llenas de un aparente glamour. Corazones, corazoncitos, estrellas, florcitas y mariposas que revolotean de aquí para allá. Fuerte presencia de la gama de los rosa, fucsia y morado. Abundante presencia de hadas y sus amigas las princesas en mundos mágicos y angelicales. Las páginas web de quienes animan estas fiestas tienen algunos lugares comunes.

¿Por qué no hay fiestas temáticas sólo para chicos? ¿Por qué tanto make up y kits de belleza? La historia se empezó a tejer hace dos años. “Tenemos dos salones de fiestas. De tanto mirar las fiestas me di cuenta de que había un estilo de fiesta acabado y que los intereses de los varones y las nenas eran muy distintos. Me daba cuenta de que en la medida en que se iba desarrollando la animación cada uno tendía a jugar a lo que le gustaba. Empezamos poniendo un stand de maquillaje y las nenas se ponían a hacer filas y no querían hacer otra cosa. Eso entonces era una actividad en sí misma, pensé. La primera fiesta que saqué fue la fiesta beauty, un stand de maquillaje y peinados, una actividad de armado de bijouterie y decoración de objetos. Todas esas cosas que nos gustan a las mujeres. Salimos con un pequeño aviso en la revista Planetario y pegó enseguida. La primera fiesta fue en octubre de 2007. El primer mes hice cuatro, el segundo 15 y el tercer mes 30, y ahora mantengo. Hemos llegado a meses de 60 fiestas”, se explaya Patricia Tieri, dueña y coordinadora de Todo Nenas, la primera en ver el negocio y en tener un salón únicamente para fiestas para chicas desde mayo de 2009.

Así las fiestas para chicas se convirtieron en el producto fuerte y más vendedor de Todo Nenas. Y fueron surgiendo muchísimas animaciones con variantes sobre lo mismo. “A las nenas les gusta estar solas entre ellas, haciendo lo que les gusta entre chicas. Y algo más íntimo. Además, a las mamás les gusta ver a las nenas tranquilitas, lindas, sin correr ni destruir toda la casa”, dice Alma Pérez Gallardo, de Grupo Alma, un grupo de artistas maquilladoras y peinadoras que ofrecen sus propias animaciones y al mismo tiempo animan para otras empresas.

Con el tiempo, Tieri buscó variantes. Ahora ofrecen una fiesta gourmet para hacer repostería, decorar masitas, elaborar una chocotorta y decorar con lentejuelas el delantal, el recetario, la bandana, entre otras cosas. También una de princesas para nenas más chiquitas, para 6 o 7 años, igual que la beauty pero con traje de princesas para todas. Y una fiesta temática con actividades por el lado de la actuación. “Los varones, pobrecitos, que vayan a jugar a la pelota”, dice Tieri sin pudor.

“A medida que pasan los años las fantasías van cambiando. Cuando sos chica soñás con ser princesa, más adelante una diva o a lo mejor siempre soñaste ser Marilyn u otro personaje”, comenta Sandra Parera, directora de Makeover, que se define como la primera tienda de lookeo. Ellas ofrecen fiestas para todas las edades: Princessmakeover (1 a 6 años), Divasmakeover (6 a 12 años), Teensmakeover (13 a 21 años), Queensmakeover (de 21 en adelante) y Mymakeover (lookeo temático personalizado) para que niñas y mujeres puedan cumplir ese supuesto sueño.

¿Cómo decidieron las ofertas de actividades y la temática en torno de princesas y belleza? “Entendimos que la fantasía del lookeo no tiene edad. Es increíble ver cómo a las nenas de menos de 2 años les encanta que las peinen, maquillen y vistan de princesas y a las más grandes... sin lugar a dudas es lo que nos gusta a todas”, responde. Dice que las han elegido celebrities como Virginia Elizalde, Marina Calabró y Wanda Nara.

Hay algo en torno de estos festejos que algunas empiezan a cuestionar. “Hay animaciones que se van a otro extremo, a ser una cosa más de lolitas, de vestirlas y de fotos, y de exigirles, como que las nenas se ponen muy nerviosas porque son producciones de fotos verdaderas de revista y es más de competir entre amigas. Es gente que no viene del palo de las animaciones y de jugar entre amigos. No es algo lindo para las nenas. Son fiestas donde hay una sobrecarga de cosas, te vas a peinar, a maquillar, hacer bijouterie... Nosotras tratamos de jugar, de bailar, de armar una córeo entre todas. En nuestras fiestas es más libre”, dice Pérez Gallardo.

“Hay lugares que tienen que ver más con la estética de la cosa. En nuestras fiestas ponemos carteles ‘todas somos princesas’ para decir que no hay que ser lindas, rubias, flacas. Nosotras tratamos de bajarle un poco el nivel de la histeria a la cosa. Si a la más linda le van a sacar 500 fotos y a otra no, no está bueno el mensaje de la fiesta”, dice Tieri.

–¿Por qué si las mujeres avanzan en el cambio de roles sociales se siguen ofreciendo actividades que las recluyen a los mismos espacios femeninos como la belleza y la cocina?

–No sé si sigue pegando, esto ha vuelto a pegar. Recuerdo que mi abuela me sentaba a coser, pegar cositas... yo no hice lo mismo con mis hijos ni mi mamá. Si bien la mujer ha ganado un montón de espacio, hay un punto que te lleva a conectarte con algo más femenino, este gusto por la estética, por la decoración, por estar linda, y no está mal que sea así. Puedo ser piola, independiente, estudiar, trabajar y que me guste pintarme. Una cosa no invalida la otra.

¿Y por qué prenden estas fiestas? Esa es una pregunta que una princesa no debería hacerse.