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El Comité de Bioética del Hospital Regional de Chubut determinó que es posible interrumpir el embarazo que María, la joven de 15 años violada y embarazada por su padrastro, cursa a pesar suyo. El resultado del informe fue conocido hoy a sólo una hora de la audiencia durante la cual la jueza Diana de Kazakevich tuvo, además, oportunidad de dialogar personal y directamente con la adolescente. Según pudo saber este diario, la magistrada realizó preguntas puntuales: cómo se siente ella con lo sucedido y si realmente desea abortar. María respondió con firmeza. La defensora oficial contó que “quedó muy en claro que ella desea interrumpir el embarazo”. Al terminar la audiencia, la jueza informó que resolverá a más tardar en la mañana del próximo lunes, 15 de marzo.

La audiencia se celebró poco después del mediodía, en el Juzgado de Familia Nº 2. Sólo una hora antes las partes habían tenido acceso al informe elaborado por el Comité de Bioética del Hospital que el mes pasado, puesto en el mismo brete a la hora de resolver por el caso A. G., había optado por negar el acceso al derecho, tras hacer su propia interpretación del articulado del Código Penal. Precisamente por aquella intervención que extendió el proceso judicial del caso A. G., la abogada que pide la interrupción del embarazo de María había alertado a la jueza sobre la posibilidad de que el hospital repitiera procedimientos y opiniones.

Sin embargo, marcando una diferencia de procedimiento notable, el Hospital Regional esta vez había constituido un Comité de Bioética ad hoc, conformado por cinco profesionales de la salud: dos psicólogas, dos pediatras (una mujer y un varón) y una ginecóloga. Ninguna de ellas ni él habían tenido actuación en el caso de A. G. Elaboraron el informe entre el martes, cuando hablaron y vieron a María, y el mediodía del miércoles.

Consideraron que es posible en el caso de María interrumpir el embarazo, que hasta la semana 22 de gestación es recomendable inducir el parto, en principio, por vía medicamentosa, y aguardar la evolución de la chica. De esa manera, el cuerpo de profesionales se inclinó por una de las dos opciones planteadas por la defensora pública, quien, habida cuenta de lo avanzada de la gestación a la hora de iniciar la demanda, pidió a la Justicia una interrupción de la gestación o un adelantamiento de parto que evitara nuevos dolores físicos y morales a la víctima de la violación. El contenido del informe “fue inesperado para nosotros”, dijo a este diario la defensora oficial.

El encuentro con la jueza Kazakevich consistió en una audiencia de pruebas, en la cual estaban presentes, además de María, las demás partes legales del caso. Cada una de las partes planteó sus alegatos de acuerdo con los hechos probados en la causa, a partir de informes médicos, el propio informe del Comité de Bioética, lo que consta en la causa penal (que tramita la demanda por violación) y los dichos de María.

La joven, de 15 años, cursa un embarazo cercano a las 20 semanas. El mismo hospital cuyo Comité de Bioética ahora da el visto bueno a la interrupción de la gestación en un primer momento se había negado a practicarla, aunque sí había prescripto ácido fólico a María.