Domingo, 1 de agosto de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › EL JUEZ DEL CASO DE LA SALIDERA, MUY DURO CON LOS BANCOS
Con la madre estable y su bebé todavía en peligro, el juez Melazo cuestionó la falta de seguridad de los bancos, que facilita las salideras como la que casi le cuesta la vida a la embarazada Carolina Piparo.
El juez de Garantías de La Plata César Melazo cuestionó con dureza el sistema de seguridad de los bancos, de manera especial en sucursales como la del Banco Santander Río en La Plata. Allí, en una salidera bancaria, fue baleada el jueves una mujer embarazada que sigue internada en terapia intensiva pero en franca mejoría, mientras que el bebé, cuyo nacimiento tuvo que ser anticipado, “sigue en grave estado y en situación inestable”, según informaron los médicos. Melazo, a cargo de la causa por el ataque sufrido por Carolina Piparo, sostuvo que “es importante el control de las sucursales, porque algunas, que no pueden ni vender panchos, están habilitadas como bancos” aunque “no hay oficinas y no hay distancias” entre los empleados y el público. “Todo esto –recalcó el magistrado– para no perder o gastar más plata, a tal punto que a los policías se los usa para dar número.” Melazo dijo que en el marco de la investigación “nos hemos enterado de que hay algunas (sucursales) que no tienen ni alarma”. Por su parte, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se declaró a favor de “una política de seguridad ciudadana respetando los derechos humanos en el marco del estado de derecho, pero con mayor firmeza”.
En declaraciones periodísticas, el juez Melazo dijo que “cualquiera de las entidades bancarias, sean públicas o privadas, necesitan de inversión y actualización en tecnología. Nos hemos enterado de que hay algunas que no tienen ni alarmas. Eso es trasladar el riesgo a lo humano, al cliente, por falta de inversión”. También hizo referencia al caso puntual de Carolina Piparo, que tuvo que ir dos días seguidos al Santander Río hasta poder retirar los 20 mil dólares que tenía depositados y cuyo pago fue diferido 24 horas por el empleado de la caja que la atendió. “Tenga dinero o no, (el banco) no le puede decir al cliente que venga mañana, porque esto es doblemente riesgoso, a sabiendas de las salideras y del robo del dinero. Esto es trasladar la responsabilidad a la gente, que no la tiene.”
Melazo dijo que sigue investigando a los empleados bancarios, para saber si alguno de ellos pudo haber sido el “marcador”, el que señaló a los ladrones que Piparo llevaba una suma importante. Ayer, por consejo de su defensora oficial, María Vivorelli, los tres detenidos en la causa se negaron a declarar. Carlos Burgos (18) está sindicado como presunto autor del disparo contra la mujer embarazada, mientras que Stella Maris Grizzia (28) y Jenifer López Leguina (19) cayeron presas porque tenían en su poder dinero que podría formar parte de lo que le robaron a Piparo. Burgos está acusado por el delito de “robo calificado por el empleo de arma en concurso real con tentativa de homicidio doblemente calificado por haber sido perpetrado con alevosía y para asegurar los fines del delito precedente”. A las mujeres se las acusa de “encubrimiento agravado”.
Ayer se informó, en el Hospital San Roque de Gonnet, que el estado de salud de Isidro, el hijo de Carolina Piparo, “continúa siendo grave y su situación es inestable”, por lo que sigue con asistencia respiratoria mecánica, informó Daniel Angeleri, director del centro asistencial. “Mientras haya vida, uno como médico siempre la pelea”, dijo Angeleri al ser consultado sobre las posibilidades de recuperación del niño, que sufrió un paro cardíaco cuando estaba en el vientre de su madre.
El director del hospital informó que Carolina “conoció por foto a su hijo” porque los médicos querían que tuviera contacto con él de alguna forma, aunque por ahora la recomendación es que no se movilice hacia la terapia neonatal donde está el bebé. Sobre la mujer, el médico hizo saber que “está evolucionando favorablemente. Los parámetros están bien en todo lo esperado hasta este momento y continúa en terapia intensiva”.
En el caso hay tres prófugos: el hombre que acompañaba a Burgos en la moto, el dueño de ese vehículo y la persona que “marcó” a la mujer dentro del banco. El que iba en la moto con Burgos sería un ladrón con antecedentes, vinculado con el padre del joven detenido, que está preso por haber realizado, como su hijo, salideras bancarias y robos a mano armada.
El gobernador Daniel Scioli, por su parte, anunció que se reunirá en forma urgente con representantes del gremio bancario, para analizar con ellos mejoras en el sistema de seguridad. Scioli señaló, además, que hay que “terminar con esta historia de que la seguridad es un tema de derecha y los derechos humanos es un tema de izquierda”. Por eso propició “una política de seguridad ciudadana respetando los derechos humanos en el marco del estado de derecho pero con la mayor firmeza”. En ese sentido, aseguró que “la gente quiere más seguridad, más justicia, y yo esto lo entiendo”. En concreto, dijo que en la provincia “tenemos que ver de qué manera podemos readecuar más medidas para el control dentro de los bancos” para “garantizar la seguridad de quien deposita la confianza de su ahorro, fruto del trabajo, y de repente pueda ser sorprendido en la buena fe al salir de un banco, y más allá del dinero, perder la vida”.
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