Más de una docena de empresas compone la trama que, según el dictamen del fiscal federal Federico Delgado, vinculan a Víctor Stinfale con la fiesta de música electrónica Time Warp, trama que tomó el juez federal Sebastián Casanello para ordenar la detención del abogado y el pedido de captura de su socio en Energy Group, Walter Santángelo. En su declaración indagatoria, Stinfale sostuvo que es abogado y asesor de Energy, la empresa distribuidora de agua supuestamente purificada “Block” y de la bebida energizante Speed. Delgado asegura que en realidad es el dueño y quien mueve los hilos del resto de las empresas, con las que toma decisiones a distancia por medio de otras personas.

Delgado trazó en su dictamen “una breve genealogía de un entramado empresario, que abre las puertas hacia quien realmente detenta la voluntad social de las firmas que explotaron la ‘Time Warp’”. El fiscal sostiene que detectó al menos una razón por la que Stinfale no participa nominalmente en esa trama: una obligación jurídica. En 2006, Stinfale fue procesado por el juez federal Ariel Lijo como partícipe necesario del delito de peculado en la causa que investiga las maniobras de encubrimiento del atentado de la AMIA. En aquella oportunidad, Lijo ordenó el embargo y la inhibición general de sus bienes. “Esta es al menos una de las causas –sostiene Delgado en su dictamen– por la que (Stinfale) es la presencia de una ausencia en las sociedades comerciales subordinadas a su voluntad personal.”

En 1998, Walter Santángelo constituyó Energy Group SRL a través de la cual comenzó a vender Speed Unlimited. Andrea Carina Fasano, declaró en la causa Time Warp que “desde el año 1993 fue pareja de Víctor Stinfale. (...) Que así conoció a otro personaje clave. Al viejo amigo de Stinfale, Walter Santángelo. Explicó (...) que eligió al amigo de Stinfale como socio por su solvencia económica, ya que era propietario del Frigorífico Soychú SA”. Fasano declaró que “Santángelo y Stinfale estaban a cargo del management de esa sociedad. Fasano también contó que en 2008 vendió sus cuotas sociales a Santángelo. Pero Stinfale siempre conservó su presencia en la sociedad. Esta vez, disfrazada de servicios jurídicos”. Stinfale declaró en su indagatoria que es abogado y asesor de Energy Group.

Como una de las pruebas presentadas por Delgado para documentar su afirmación cita, entre otros, el informe solicitado a la Dirección Nacional de Migraciones en el que se menciona que “entre los usuales compañeros de viaje de Stinfale están su hija Isabella Nikita y la madre Gretel Carolina Schoenfeld. Según su perfil público de Linkedin, ella integra la gerencia interior de Speed-Unlimited (Energy drink). Ya no hay dudas –afirma Delgado–. Stinfale es Energy”.

Además de Energy, el fiscal tomó la empresa Industrial Beverages Corp. SRL, “otro puente que explica este entramado”, asegura en su dictamen. De la declaración de Fasano tomó que IB fue constituida en 2003 por una clienta del estudio, María Cecilia Zunino. Luego ella (Fasano) y su madre, Elisa Del Castelli, compraron las acciones y en 2007, aunque no se realizó la operación, tuvo la posibilidad de vender las cuotas sociales a Adrián Conci “a quien conocía por ser de la Zona Oeste y porque trataba con Stinfale”, quien, según Fasano, estaba en la búsqueda “de posicionar a Speed en la nocturnidad”.

Delgado subrayó además los vínculos de Stinfale. Con Fasano dijo que además de pareja eran socios en el estudio (citó una causa en la que Fasano se presentó como tal). Además, demostró vínculos entre Energy y Dell, diferentes a los que se mencionaron en la defensa: el fiscal sostiene que Dell Producciones (Adrián Conci) no contrató a Energy (Stinfale y Santángelo), sino que fue al revés. Uno de los elementos ya fue informado por este diario: la contratación de empleados de Energy Group para el trabajo de limpieza de Time Warp, supuestamente organizada por Dell. El otro, la “dirección utilizada por Conci en la cadena de mails del evento fue: [email protected]. ¿No era que Dell Producciones había contratado a Speed?”, se preguntó Delgado. Y subrayó otro vínculo: “La línea que surgía del teléfono de Conci utilizada por Stinfale pertenece a la firma Energy Group S.R.L. Otra vez: afectos, vecinos y negocios”.

En la causa de Time Warp, Santángelo, que sigue prófugo, había presentado un escrito en el que sostiene que Stinfale es su asesor en Energy, y que de él le interesaba su perfil mediático. Delgado dice que es al revés: “Recordemos que Santángelo tiene un frigorífico, que la idea de vender Speed fue de Fasano, la ex pareja y socia de Stinfale y que lo eligió a Santángelo por su fuerza económica. Entonces es al revés. Santángelo no eligió a Stinfale. Stinfale eligió a Santángelo para hablar a través de él”. El fiscal sostiene que es obvio que “el articulador de ese grupo económico es Stinfale. Y como articulador sólo aparece en los momentos decisivos. Apareció durante el allanamiento a las instalaciones de la firma. Estaba presente justo cuando un programa destruía en una computadora una carpeta llamada ‘Time Warp’”.

Delgado le da un lugar especial a Carina Fasano, a quien considera “un eje vertebrador de este conglomerado empresario.”. En las actas societarias “su ex pareja es la lente que permite ver su presencia. La madre de Carina, Elisa Del Castelli, su padre Jorge Fasano, su hermano Daniel Fasano, su abuela Emilia Constanza Farre y su socia Marcela Argañaraz, fueron y son parte en términos formales de las sociedades cuya voluntad encarna Stinfale”, sostiene el dictamen. A Industrial Beverages se le suma en julio de 2004 S&H Environment Group SRL creada por Carina Fasano, Marcela Argañaraz y Elisa Del Castelli” con domicilio inicial en Viamonte 1336, 4° “23”. El dictamen explica que en un primer momento S&H tuvo como objeto la consultoría en sistemas de gestión y evaluación de impacto ambiental, pero “hoy abarca la venta mayorista de bebidas no alcohólicas (léase, Speed) –aclara Delgado en el dictamen–. A mediados de 2008, hubo cesiones de cuotas sociales: aquellas pertenecientes a Carina Fasano fueron transferidas a Leandro Daniel Santise. Las correspondientes a Marcela Argañaraz fueron adquiridas por Daniel Fasano”.

También Bienvenida S.A. fue creada en febrero de 2004 “por la abuela (de Fasano), su madre y su hermano Daniel. Tiene por objeto la compra venta y alquiler de inmuebles urbanos y/o rurales”.

A su vez, Marcela Argañaraz cedió sus cuotas sociales de S&H al hermano de Carina en junio de 2008 y constituyó, en septiembre de 2009, la firma Otremo S.A. junto con Ariel Rodrigo Soria. Además del capital, muy superior al promedio del resto de las sociedades, Otremo tiene coincidencia de domicilio. Quedó radicada en Armenia 2104 4°A, donde Delgado detectó que a partir de 2011 se radicaron otras empresas del grupo: Centro Fontana, Multiticket, Chateaux 2020, Cozubai y Punto FM.

El soporte que ofrecen la coincidencia de direcciones es una de las bases de la hipótesis de acusación de Delgado. Para dar una idea: en una causa federal, Stinfale constituyó domicilio en Viamonte 1336, 4º 23, el mismo de la sede social de S&H, de Energy y de Bienvenida. Por otro lado, en Armenia además de Otremo, estaban Multiticket SA (constituida el 25 de diciembre de 2009 por Ricardo Pedro Perutich y Andrés Radiche, y que vendió los tickets de Time Warp. Presidida por Facundo Federico González, integrante de Dell Producciones); Punto FM S.A. (constituida por Juan Manuel Pauluzzi, socio del abogado de Dell, Diego Herrera en “Cozubai”, y Diego Miguel Kolanowaky); Cozubai S.A. (constituida por Juan Manuel Pauluzzi y el abogado Diego Herrera, que estuvo a cargo de los trámites de habilitación municipales para Time Warp en representación de Dell); Centro Fontana S.A.(constituida por Nancy Páez y Adrián Conci); Chateaux 2020 S.A. (constituida por Norberto Oscar Faccio y Diego Hernán Herrera). También Gorriti 5567 es domicilio social de Los Tequillas S.A. (constituida por Ricardo Aurelio Azzarello y Nancy Páez, la socia de Conci en Centro Fontana). Azzarello es gerente de Energy Group desde 2007.

Delgado sostiene el valor documental de la coincidencia de los domicilios. Reconoce que son “requisitos formales” pero, “más allá del carácter ficticio o real, como sede empresaria, siempre involucran relaciones de íntima confianza. Pensemos en el caso de los sellos de goma, de sociedades fantasma, su virtualidad depende de que alguien conteste el portero y diga que existen, es decir de un domicilio.”