Sonaron los primeros bocinazos mientras anochecía sobre Puente La Noria. Eran las 19.30 del martes cuando una multitud se congregó del lado de provincia en el cruce, cortando el tránsito, para reclamar: “Basta de inseguridad”, después de que un violador atacara a una joven de 15 años. No fue el primer caso; los vecinos cuentan ya varias violaciones en las últimas semanas, algunas denunciadas, otras no, “porque la gente tiene miedo”, argumentan. Los vecinos creen saber de quién se trata, pero la policía sostiene que por el momento nadie llevó pruebas.

El viernes 7 de julio a las 7 y media de la mañana, una joven de 15 años salió de su casa para dirigirse a la Escuela Media Nº 24 de Ingeniero Budge. “A dos cuadras de casa la interceptó este tipo. La amenazó con que tenía un arma. Estaba encapuchado. Por la voz parecía joven. Después caminaron hasta el Riachuelo y cuando llegaron la empujó hacia la orilla. Ella cayó y se defendió, pero él la golpeó con una botella con la que le cortó la cabeza y el brazo. Tenía golpes en un ojo. Después le bajó el pantalón e hizo lo que hizo. Cuando terminó le dijo que se quedara ahí, que no se levantara hasta que él se fuera”, relató a Página/12 Sofía Ortiz, mamá de la joven.

Después de la violación, la chica “caminó 15 metros hasta que la vio una señora que la llevó al Hospital Allende. Ahí nos avisaron y tomó intervención la policía”. La madre relató que “se levantó un rumor en el barrio de quién podía ser el atacante, pero mi hija no lo reconoce”. “Hay comentarios de vecinos de que hay un tipo que salió hace poco de la cárcel, que es violador”, señaló.

En la tarde del martes se organizó una marcha desde Budge a Puente La Noria. Asistieron alrededor de 150 personas, entre alumnos de distintas escuelas de la zona de Cuartel Noveno, padres, docentes y vecinos, que exigieron el esclarecimiento del caso y seguridad. Una de las vecinas comentó que “dicen” que el supuesto violador “vende paco y por eso se dice que la cana no interviene”. Mientras tanto se oía en el altoparlante: “La indiferencia no sirve para nada. Esto le puede pasar mañana a usted”.

“Queremos que agarren al tipo, que está suelto”, comentó Zulema Aranda, portera de la Media 24. “No se puede salir a la calle, hay que salir con cuchillo. Las violaciones son seguidas, hubo cinco en una semana. Hay gente que no quiere denunciar porque tiene miedo”, agregó. “Desde el 2000 vienen violando pibas”, recordó Marcela García, una vecina.

El corte duró aproximadamente una hora. “Estamos cansados del verso de que cuando se hace una denuncia dicen que no tienen nafta para los patrulleros”, refunfuñó Violeta.

“A 19 años, Budge pide justicia”, estaba grabado en una de las paredes de la comisaría 10ª que está sobre el puente aludiendo a la Masacre de Budge, en que tres jóvenes fueron asesinados por policías en uno de los primeros casos de gatillo fácil en democracia. Allí se efectuó la denuncia de la violación. Rubén Soria, comisario de esa seccional, comentó a este diario que “este delito es el primero de la zona en este año”. Además señaló que “la causa está titulada abuso sexual con acceso carnal, y se está en plena investigación”. Para este caso “no hay orden de detención para nadie. Hay hipótesis propias de la investigación pero no hay testigos del hecho, si no ya habría alguien preso. Nadie sabe nada. Lo que sí surgen son comentarios de la gente”.

Durante el corte, un par de docentes entró a la comisaría a hablar con el titular, y cuando salieron, uno de ellos, contó que “se pidió una solución rápida.También se le pidió mejorar la iluminación y mejorar el asfalto”. Otro docente del mismo establecimiento contó que “en lo que va del año hubo tres casos de violaciones de chicas de esta escuela”. Respecto de la reunión, Soria relató que “sobre el caso les dije que hablaran con la madre de la chica, que yo no podía decir nada”.

Informe: M. Sol Wasylyk.