A casi tres años del secuestro del joven correntino Cristian Schaerer, continúan las detenciones para tratar de dar con los culpables. Ahora, catorce personas fueron apresadas en una localidad del sur del Paraguay, acusadas de haber mantenido cautivo al muchacho de 23 años. Entre los arrestados se encuentra Genoveva Oviedo Britez, quien no sólo está acusada por este caso sino también por otros dos, entre ellos el secuestro de Cecilia Cubas, hija del ex presidente de ese país, que fue hallada sin vida en febrero de 2005. Con estas nuevas detenciones, ya suman 31 las personas acusadas de tener una presunta vinculación con el caso Schaerer. Los investigadores esperan las indagatorias de los recientes detenidos para compararlas con la de testigos que declararon en la causa.

Entre las personas detenidas se encuentran Wenceslao del Valle Maciel, Pastora Arriola del Valle, Ramona Bienvenida del Valle de Vargas y Yolinda Oliver del Valle, todos ellos parientes de Antonio del Valle, detenido en Asunción, Paraguay, como presunto partícipe del secuestro de Cristian, entre otros delitos. Los arrestos de los sospechosos, que en principio fueron 15, se realizaron el pasado martes en varios operativos que se llevaron a cabo en la zona de Edelira, departamento de Itapuá, en la región fronteriza con Argentina, frente a la localidad misionera de Montecarlo. Ayer, mientras dos de los 15 sospechosos fueron liberados, la policía local detuvo a Genoveva Oviedo Britez.

Según fuentes judiciales, algunos de los acusados son familiares de Arnaldo del Valle Arriola, detenido la semana pasada en Misiones y quien “si bien estuvo en la fiscalía aún no prestó declaración”, explicó a Página/12 el fiscal federal correntino Oscar Resoagli, a cargo de la pesquisa del secuestro.

“A Del Valle Arriola todavía no le tomé la declaración. Y sobre las detenciones en el Paraguay, aún no estoy enterado del porqué, pero la fiscal de ese país debe haber tenido datos para relacionar el secuestro de Cristian con estas personas como para ordenar las detenciones”, sostuvo.

Al parecer, en la casa allanada se encontraron ropas y frazadas que serán sometidas en las próximas horas a peritajes, para determinar si fueron usadas por el joven secuestrado. Entre los detenidos en el operativo que realizó la División Antisecuestros de la Policía Nacional de Paraguay, por orden de la fiscal Cynthia Lovera Britez, se encuentra además la enfermera María Mercedes Rodríguez de Servín, quien se sospecha asistió a Cristian cuando sufrió una indisposición durante el cautiverio.

Todos los detenidos fueron trasladados ayer por la mañana a Asunción para ser indagados por la fiscal Lovera Britez. “Tenemos casi la certeza de que Cristian Schaerer estuvo secuestrado en territorio paraguayo y manejábamos esas presunciones desde hace tiempo, incluso teníamos determinado el lugar donde lo mantuvieron cautivo, pero no podíamos dar con los que lo cuidaban y establecer así qué sucedió luego”, expresó la fiscal, en declaraciones realizadas en Paraguay.

El 2 de junio pasado, una mujer había acusado a su tío de haber tenido al muchacho en cautiverio y luego matarlo. La joven declaró ante la Justicia paraguaya que escuchó una conversación, en una mesa familiar, con “todo lo referente al secuestro de Cristian”. La testigo aseguró que su familiar –ahora preso– confesó que “había matado a Cristian por encargo y luego lo había enterrado en la zona rural de Edelira”.

Ahora, los investigadores esperan la declaración indagatoria de los detenidos con el fin de compararla con los dichos de la testigo. “Dimos vuelta todo el lugar un montón de veces y no encontramos nada”, dijo, por su parte, el padre de Cristian, Juan Pedro Schaerer.

Con las últimas detenciones, ya suman 31 las personas que se encuentran acusadas por su presunta vinculación con el secuestro del joven de 23 años, entre ellas uno de los tres supuestos cabecillas de la banda, Cristian Carro Córdoba. Schaerer, hijo de un ex funcionario del gobierno correntino, fue secuestrado el 21 de septiembre de 2003, en la puerta de su casa, ubicada en el barrio Las Tejas de la ciudad de Corrientes. Por su rescate se pagaron más de 273 mil dólares en noviembre del mismo año, pero el joven jamás fue liberado.