Las mujeres ocupan cada vez más bancas en el Congreso, pero desde el regreso de la democracia “ninguna fue presidenta de los bloques de mayor importancia política”, advierte en diálogo con Página/12 la investigadora Jutta Marx, coautora del libro Las legisladoras. Cupos de género y política en Argentina y Brasil (Siglo XXI), de reciente publicación.

El libro es el resultado de una profunda investigación que incluyó entrevistas al 26 por ciento de las legisladoras nacionales del país. Entre los hallazgos menciona el que destierra uno de los mitos vinculados al ascenso de las mujeres en la política y que dice que las mujeres llegan a través de los contactos políticos de sus esposos o parejas. “Encontramos que tienen larga historia de militancia política en sus partidos políticos, también que han ejercido antes un cargo legislativo o han tenido alguna experiencia en el Poder Ejecutivo nacional o a nivel provincial como ministras, o al frente de secretarías o subsecretarías”, apuntó Marx.

A su entender, el primer aspecto que merece subrayarse es que “la ley de cupos en Argentina se cumple”.

–¿En otros países con leyes de cupo a las mujeres les cuesta acceder a ocupar una banca?

–El cumplimiento efectivo de las leyes de cupo depende de varios factores: cómo está redactada la ley y cuál es el sistema electoral del país. La ley de cupo y sus reglamentos son muy precisos, incluso dice en qué lugar de la lista tiene que aparecer la mujer. El sistema electoral de lista cerrada y bloqueada favorece a las mujeres.

–¿Qué obstáculos detectaron para el acceso de las mujeres al Parlamento más allá de la Ley de Cupo?

–Un aspecto importante es en qué medida las mujeres pueden participar en la confección de las listas. En Argentina no tienen ninguna injerencia. En general lo deciden las cúpulas de los partidos políticos. Según el testimonio de las legisladoras que entrevistamos, cuando se forman alianzas nacionales la moneda de cambio en la negociación de los nombres que van a integrar una lista conjunta son las mujeres. Se dice que la fuerza menor “paga con la mujer”. Es decir, la fuerza más importante se queda con los lugares para los varones y la más chica se queda con el de las mujeres.

–¿Cuál es el aporte de las mujeres en el Parlamento? ¿Se ocupan de problemáticas que afectan particularmente a las mujeres?

–Las mujeres en el Congreso legislan sobre gran variedad de temas, pero ampliaron la agenda legislativa en dos campos en particular: sobre políticas sociales vinculadas a la mujer, niñez y salud y sobre cuestiones de género.

–¿Qué papel tienen en el interior de los bloques?

–En ningún caso, desde la vuelta a la democracia, una mujer fue presidenta de los bloques de mayor importancia. En cuanto a la integración de las autoridades de las cámaras, recién en 2004 una mujer accedió a la vicepresidencia primera del Senado, pero actualmente son todos varones. En Diputados, en 1997 y en 2004, una mujer ocupó la vicepresidencia tercera. Hoy es la primera vez que las tres vicepresidencias están ocupadas por mujeres.