Dos más a la bolsa y otros dos al caer. Esa es la cuenta que hacían anoche en la Casa Rosada luego de conseguir que el sindicato de choferes de colectivos de corta y media distancia (UTA) y el de trabajadores de la publicidad cerraran sus negociaciones paritarias con aumentos de haberes en línea con la pauta oficial. El Gobierno confía en sumar a la lista esta misma semana a otros dos gremios de peso, como La Bancaria y el de encargados de edificio (Suterh). Eso le daría un espaldarazo a la estrategia del Ejecutivo de despejar rápidamente las discusiones salariales y contenerlas en torno del 19,5 por ciento.

Poco antes de las nueve de la noche, la cúpula de la Unión Tranviarios Automotor y las cámaras del sector oficializaron su acuerdo ante Cristina Fernández, acompañada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Pese a lo previsto, no hubo un anuncio oficial. Las versiones sobre el contenido del convenio fueron diferentes. Los sindicalistas aseguraron que el resultado final contabilizando los distintos ítems arroja un incremento del 22 por ciento, mientras que el Gobierno sostuvo que el aumento es unas décimas mayor a 19,5 por ciento. En cualquier caso, las cifras están bastante por debajo del 30 por ciento que reclamaba el gremio al inicio de las negociaciones.

Fuentes de UTA indicaron que los sueldos de unos 50.000 choferes de las líneas de colectivos urbanos e interurbanos tendrán un ajuste de 170 pesos retroactivo a enero, que computa como no remunerativo (no cuenta para el cálculo del aguinaldo, ni de las vacaciones, ni para el aporte previsional), y otras dos subas de 170 pesos cada una, éstas sí remunerativas, en mayo y septiembre. Eso representa un aumento del 20,9 por ciento, según sus cálculos. Para llegar al 22 por ciento, desde el gremio agregaron el incremento en los viáticos diarios de 13 a 16 a pesos. El sector empresario pidió garantías al Gobierno de que el aumento de costos sea compensado con una “actualización” de los subsidios, tal como ocurrió en años anteriores. Esa negociación no está cerrada, pero el Ejecutivo hizo un guiño que permitió avanzar en la definición del acuerdo.

El otro trato sellado ayer involucra a los trabajadores de la publicidad. Contempla una suba de 18 por ciento, dividida en tres pagos de 6 por ciento cada una, correspondientes a los meses de enero (retroactiva), marzo y mayo.

Hasta ahora la pauta de 19,5 por ciento que fijó Hugo Moyano para los camioneros fue seguida, en líneas generales, por otros dos gremios numerosos, como el de la construcción de Gerardo Martínez y el de peones de taxis de Omar Viviani. Son todos sindicatos afines al líder de la CGT, al igual que UTA. A esa lista podría incorporarse esta semana el gremio de los trabajadores bancarios, que encabeza Juan José Zanola. La cartera laboral viene haciendo fuerza para acercar posiciones y aspira a terminar con otro anuncio de 19,5 por ciento de aumento. Al igual que UTA, La Bancaria inició las paritarias exigiendo 30 por ciento.

Aunque el Gobierno contabiliza ya varios logros, ayer se quedó con las ganas de presentar otro acuerdo. Curiosamente, el sinsabor se lo dio un gremio que se declara ultrakirchnerista, como el de encargados de edificio. Fuentes oficiales habían dejado trascender que el Suterh se sumaría al club del 19,5 por ciento, pero a mitad de la tarde las negociaciones se trabaron y ya no hubo acto en Casa Rosada. El albertista Víctor Santamaría, titular del sindicato, estaba dispuesto a que se dijera que el pacto era en ese porcentaje, pero siempre y cuando se lo elevara a 22 o 23 puntos con ítems menos visibles, como los adicionales por limpieza de cocheras, retiro de residuos, cuidados del jardín y demás.

El Gobierno intentará que hoy quede resuelta la cuestión, pero desde el sindicato dejaron trascender que el convenio podría verse postergado hasta la próxima semana. Una suba de 20 por ciento tendría un impacto en las expensas de entre 8 y 10 por ciento, según calculó el especialista Sebastián Wolkowicz, del estudio SHW.