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La canción suena conocida. “Tomala vos, dámela a mí, por el boleto estudiantil” gritan en una noche más que fría, como hace más de veinte años, centenares de estudiantes secundarios. Pero esta vez combinan el reclamo que desde el año pasado llevan adelante con el repudio a la agresión perversa que sufrió un alumno del colegio Mariano Moreno. Los padres, docentes, organismos de derechos humanos y asambleas vecinales se hicieron presentes en el festival organizado por el centro de estudiantes de la escuela para brindar su apoyo al chico atacado y sus compañeros.
“Este encuentro estaba planificado desde antes, pero decidimos sumar lo que pasó con el compañero a la convocatoria para repudiar este acto de represión”, cuenta Cecilia, integrante del centro del Moreno. “No fue un ataque a una persona sino a todo el movimiento estudiantil y la intención era muy clara: meternos miedo”, dice.
La calle Rivadavia entre Maza y Billinghurst está tomada. Adolescentes punks ateridos de frío, chicas con morrales mate en mano, y banderas, muchas banderas, cubren la avenida. Están preparando lo que será un evento pensado originalmente para pedir que el boleto secundario se reduzca a cinco centavos y que, a fuerza de las circunstancias, termina siendo también un reclamo de justicia por el ataque al estudiante.
Los pibes del Moreno no están solos. Los centros de estudiantes de otros colegios, que comparten la lucha por el boleto, se acercan para solidarizarse. Laura viene del Mariano Acosta y cree que “éste no es un hecho aislado, es para imponernos el miedo pero al contrario, nos da mucha más fuerza para seguir luchando”. Sin embargo, el temor está latente en muchos que aceptan hablar bajo otro nombre y que no quieren aparecer en las fotos.
“Cuando me enteré de lo que había pasado, fue como volver a la época donde estas cosas eran corrientes –relata Alberto, ex alumno del Moreno e integrante de la Asamblea de Corrientes y Medrano–. Pero me parece importante responder a cualquier intento de atemorizar al movimiento popular.” “Que no nos corten la lucha, que el miedo no nos paralice”, pide el cartel que descansa sobre el piso. Y con él coincide Elena Gerbilsky, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo: “Esto les da más fuerza y la capacidad de unirse para impedir este avance de la impunidad”.
En este sentido, el diputado Luis Zamora considera que la investigación debe correr por cuenta de “una comisión de organismos de derechos humanos y tiene que quedar fuera del aparato del Estado”. Los chicos del Moreno están agradecidos por las innumerables adhesiones que les llegaron. Cecilia termina de acomodar el escenario y resume: “Es el momento justo para no bajar los brazos”.
Informe: Romina Ruffato.