Virginia Berlinerblau es psiquiatra infantil y médica forense especializada en niños. Ha intervenido en centenares de casos en los que las separaciones de los padres derivan en disputas por el régimen de visitas. “Detrás de un impedimento de contacto a veces hay una pareja mal avenida, donde quien tiene la custodia pretende tomar a los hijos como trofeo, pero puede haber también antecedentes de violencia o de abuso sexual de parte del progenitor no conviviente”, señaló la experta en diálogo con Página/12.

Para Berlinerblau es “fundamental” que en los juzgados de Familia haya equipos interdisciplinarios preparados para detectar qué hay detrás de una obstrucción de un vínculo y “analizar los casos con seriedad”. “Esto no siempre es así, ni siquiera es el juez el que resuelve. Los casos pasan por una asistente social, que puede no estar especializada en el tema. El juez resuelve en base a lo que la asistente social puede decirle”, observó la psiquiatra infantil.

Berlinerblau está en contra del proyecto de Apadeshi de registros de obstructores de lazos familiares. “Puede plantearse con un fin noble. Pero son reacciones a la Ley de Violencia Familiar que ordena la exclusión del hogar del violento. ¿Qué pasa cuándo es el niño, de 10 o 12 años, el que no quiere ver a su padre no conviviente?”, se preguntó.

Y dio un ejemplo de una situación hipotética: “Supongamos el caso de un matrimonio divorciado con un hijo de 4 años. Al padre le corresponde por régimen de visitas el sábado, pero no lo lleva de regreso a la casa de la madre y decide irse con él el fin de semana a Mar del Plata, sin avisarle ni dejar que el nene hable con ella. Esto sucede. Cuando regresa el domingo, la ex esposa está desesperada, hizo la denuncia de secuestro. Para el chico es una vivencia traumática y tiene miedo de que vuelva a ocurrir y no quiere ir más con su papá. Ante el juez, el padre alega que tenía derecho a llevarlo porque es el padre y que es la madre la que le mete miedo al chico. Si no hay un juez sensible y respetuoso de los equipos interdisciplinarios, es muy fácil convencerlo de que este hombre es un buen padre porque quiso llevar a su hijo a pasear. Se habla de la mala voluntad de las madres para cumplir con los regímenes de visitas, pero hay que analizar casa caso en particular”.