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Entre las medidas económicas se encuentra el fomento para la compra de la primera vivienda, un premio por productividad en la industria y otro de al menos 1.000 euros (cinco mil pesos) por nacimiento, anunció el líder de la vencedora coalición de centro derecha, encabezada por su partido Pueblo de la Libertad (PDL).

En su primera aparición por televisión un día después de su triunfo, Berlusconi se comprometió a "hacer todo lo necesario" para combatir las penurias económicas del país, que crecerá poco más de un 1% entre este año y el próximo, según proyecciones oficiales.

También dijo que tomará duras medidas por la inseguridad, que muchos italianos achacan a los inmigrantes ilegales.

"Una de las primeras cosas por hacer es cerrar las fronteras y establecer más campamentos para identificar a los ciudadanos extranjeros que no tiene trabajos y que son forzados a una vida de crimen", dijo Berlusconi, de 71 años, y considerado uno de los tres hombres más ricos de Italia.

Además, para controlar la delincuencia dijo que "necesitamos más policías locales que constituyan un ejército de buenos en las plazas y calles para interponerse entre los italianos y el ejército del mal", agregó, sin mayores precisiones, en declaraciones a la radio de la cadena pública RAI.

Berlusconi reafirmó también su promesa de campaña de mantener su primera reunión de gabinete en Nápoles, cuyos residentes durante semanas quemaron la basura que se apilaba en las calles por un conflicto laboral en el que estuvo involucrada la mafia local.

"Estaré en Nápoles tres días por semana" para manejar el problema de la basura, dijo Berlusconi en sus comentarios, citados por la agencia de noticias Europa Press.

Sobre la aerolínea, Berlusconi prometió "conservar Alitalia para los italianos", algo que podría frustrar definitivamente los intentos de vender la deficitaria aerolínea al consorcio franco-holandés Air France-KLM.

"Voy a controlar la situación, haciendo todo lo necesario para que la compañía de bandera opere y permanezca al servicio del turismo y de la economía italiana", agregó Berlusconi sobre uno de los temas que ocupó la atención de la opinión pública italiana en los últimos meses.

La coalición que encabeza el magnate de medios obtuvo en los comicios celebrados el domingo y ayer en Italia una cómoda mayoría legislativa, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.

Los datos definitivos, una vez completado el escrutinio de todas las secciones de la votación en Italia, demuestran una clara victoria del bloque liderado por Berlusconi, integrado por el PDL, Liga Norte y Movimiento para la Autonomía (MPA), según datos del Ministerio del Interior italiano.

El bloque de derecha obtuvo 340 escaños en la Cámara de Diputados de 630 miembros, frente a los 239 de la alianza de

centro-izquierda Partido Democrático (PD) y la Italia de los Valores, del ex fiscal anti-corrupción, Antonio Di Pietro.

En el Senado, compuesto por 315 miembros (más siete senadores vitalicios), el centro-derecha logró 171 escaños, frente a los 130 cosechados por el centro-izquierda, encabezada por el alcalde de Roma, Walter Veltroni.

Por su parte, cinco regiones pasaron de manos del centro-izquierda al centro-derecha en la votación por el Senado, Liguria, Abruzzo, Campania, Calabria y Cerdeña.

La Liga Norte, por su parte, superó el 8 por ciento de los votos y dobló su porcentaje de los comicios de 2006, tras registrar crecimientos no sólo en sus feudos tradicionales del norte del país sino también en otras regiones del país como Piamonte o Emilia Romagna.

El líder conservador se acerca así sin pausa a su tercer paso por el Ejecutivo italiano, tras sus gobiernos entre 1994-1995 (el cual cayó por desavenencias con su actual socio Humberto Bossi, de la Liga Norte) y 2001-1006, el más largo de los 62 gobierno en 60 años de la democracia peninsular moderna.

Sin embargo, su gobierno enfrentará una compleja situación, la cual motivó la caída del Ejecutivo que encabezaba el centroizquierdista Romano Prodi, afectado también por las diferencias en el seno de su propia coalición La Unión, en especial con los partidos de extrema izquierda.

La inflación en Italia está en su mayor nivel en años, el desempleo entre los jóvenes es cada vez mayor, la basura se acumula en Nápoles y otras ciudades del sur de Italia y la venta de la quebrada aerolínea Alitalia fracasó a último momento.

Finalmente, la izquierda representada por ex comunistas y verdes en la alianza Arco Iris no logró superar el piso del 4 por ciento y por primera vez en la historia desde la segunda Guerra Mundial no tendrá representación parlamentaria, al igual que la ultraderecha de Llama Tricolor.