Ike, con vientos de 215 km/hora, grado cuatro en la escala Saffir-Simpson (de 5), desató fuertes lluvias en Haití que provocaron la muerte de 20 personas -13 de ellas niños-, solo en la población de Cabaret, en el norte de este empobrecido país donde más de 600 murieron con el reciente paso devastador de los ciclones Hanna, Gustav y Fay.

"Lo que pasó aquí es inimaginable", contó el diputado Pierre-Gérome Valciné, diputado de la localidad de Cabaret; y un testigo dijo haber visto varios cuerpos de niños en la inundación y "muchas casas destruidas".

Tras causar importantes daños a las islas Turcas y Caicos, Ike alcanzó Bahamas este domingo y abatió sobre la isla de Great Inagua (sudeste). El viento derribó árboles y postes eléctricos, y arrancó los techos de muchas viviendas.

El huracán "extremadamente peligroso" avanza por el sureste de Bahamas para llegar a la costa oriental norte de Cuba la noche del domingo y al centro el lunes, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).

El ciclón pasará por Florida en su trayecto hacia el Golfo de México -donde Estados Unidos produce más del 26% de su petróleo- y luego se dirigirá a Luisiana, dijo el NHC, que a las 11H00 locales (15H00 GMT) lo situó 205 km al este noreste de Guantánamo -extremo este de Cuba-.

"Es un peligro para todo el país", advirtió el meteorólogo cubano José Rubiera, quien precisó que ya se detectaron fuertes rachas de viento, y alertó de inundaciones costeras y marejadas.

Las provincias orientales de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas y Camagüey, están en "alarma ciclónica", las centrales Ciego de Avila, Villa Clara, Sancti Spiritus y Cienfuegos, y la occidental Matanzas en "alerta"; La Habana y Ciudad de La Habana (oeste) en fase "informativa", según la Defensa Civil.

Cientos de miles son evacuados en oriente, se resguardaban cosechas, ganado y animales de granja. Turistas fueron puestos a resguardo en Holguín, Santiago de Cuba y Camagüey, al igual que decenas de miles de estudiantes que cumplen sus cursos en el campo.

En Ciudad de La Habana, de 2,2 millones de habitantes, se teme por los viejos edificios del casco histórico -declarado Patrimonio de la Humanidad-, en tanto que en Matanzas está el principal polo turístico de Cuba, Varadero.

Desde temprano, los habitantes de La Habana y otras regiones comenzaron a abastecerse de comida y combustible, implementos como velas y lámparas, tras las primeras alertas.

"Tenemos la orientación de trabajar todo el día para que la gente saque sus productos", dijo un empleado de una tienda de víveres en Sancti Spíritus.

Ike apunta a Cuba una semana después de que el huracán Gustav la cruzó por el oeste con potentes vientos categoría 4 y rachas de hasta 340 km/h, sin dejar muertos pero sí miles de damnificados en Pinar del Río y la Isla de la Juventud.

Un día después de que Cuba urgiera a Washington aliviar las restricciones comerciales tras el paso de Gustav, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, de visita en Marruecos, respondió: "No creo que, en el contexto que vemos actualmente, el levantamiento del embargo sea una medida acertada".

Ike está por llegar mientras los cubanos apenas tratan de recuperarse con ayuda nacional e internacional del golpe de Gustav, que la semana pasa pasada provocó un centenar de muertos a su paso por el Caribe y Estados Unidos.

"Si no ocurre un milagro, este viene para La Habana. Uno tras otro... ¿qué cosa es esto?. Ya encendí velitas a la Virgen de la Caridad del Cobre", dijo a la AFP Reina Avila, una costurera de 63 años, vecina de Miramar.

Desde Holguín, el vicepresidente José Ramón Machado, pidió cumplir "con organización y rapidez las medidas de evacuación" y tomar todas las medidas para "evitar la pérdida de vidas".

En la ruta de Ike también está Luisiana, donde el huracán Katrina devastó en 2005 la ciudad de Nueva Orleans; y también afectaría a La Florida, bajo vigilancia de huracán.

Mientras tanto, la ahora tormenta tropical Hanna se desplazó este fin de semana a través de la zona costera del este de Estados Unidos, golpeando con poderosos vientos y fuertes aguaceros.

Penetró por la zona entre Carolina del Norte y Carolina del Sur, se batió sobre Virginia, castigaba la costa hacia New England y temprano el domingo se acercaba al nordeste de Massachusetts.