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La recuperación mundial, agregó el BCE, se producirá gradualmente "apoyada en el descenso de los precios de las materias primas, y en el supuesto de una mejora del entorno exterior y un debilitamiento de las tensiones financieras".

En este marco, prevé un crecimiento anual del Producto Interior Bruto (PIB) de entre 0,8 y 1,2% en 2008; de entre -1 y 0% en 2009; y de entre 0,5 y 1,5% en 2010, todas cifras que representan una importante revisión a la baja respecto de los pronósticos iniciales.

Los riesgos para el crecimiento económico están relacionados con la posibilidad de que las turbulencias de los mercados financieros tengan un efecto mayor sobre la economía real, con la preocupación por las presiones proteccionistas, y por una posible evolución desordenada como consecuencia de los desequilibrios mundiales, explicó la entidad en su boletín.

En este contexto, el BCE llamó a reforzar la confianza en el sistema financiero y contribuir a evitar restricciones en la oferta, e instó a aplicar "sin dilación" las "significativas medidas de apoyo" anunciadas por los gobiernos.

La autoridad financiera europea observó también una disminución de las presiones inflacionarias -que relacionó con la baja en los precios de las materias primas y la desaceleración económica-, y proyectó que, en el futuro, las tasas de inflación sean compatibles con la estabilidad de precios.

No obstante, el BCE subrayó que el grado de incertidumbre sigue siendo "excepcionalmente elevado", de acuerdo con un despacho de la agencia de noticias DPA.

El banco presidido por Jean-Claude Trichet afirmó también que desde septiembre hubo una intensificación y generalización de las perturbaciones del mercado financiero, y advirtió que las tensiones se transmitieron del sector financiero a la economía real.

De hecho, en la zona euro se materializaron algunos de los riesgos a la baja para la actividad económica, y en el tercer trimestre se dio una contracción de 0,2% del crecimiento intertrimestral del PIB, según la primera estimación de Eurostat. Los datos de las encuestas disponibles y los indicadores para octubre y noviembre apuntan a que la actividad económica continúa su debilitamiento en el cuarto trimestre del 2008, concluyó el BCE.