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En su tercera declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Criminal 24 porteño, el procesado intentó desligarse del cargo de "estrago doloso" por el que es juzgado, ya que, a su entender, no pudo prever el siniestro del 30 de diciembre de 2004.

Vestido con una remera negra, jean y zapatos de gamuza, el imputado enmarcó esa conducta en una "ceguera histórica" en relación con los fuegos artificiales y recordó que todos los shows de la banda Callejeros, que tocó la noche de la tragedia, y de otros grupos tenían como aditamento la pirotecnia.

"En toda la Argentina había una ceguera histórica, (la pirotecnia) estaba a la vista, pero nadie la veía" como un peligro, consideró Chabán.

En medio de frases de reconocidos filósofos y escritores, como hizo en sus anteriores declaraciones, Chabán buscó demostrar que él nunca pudo representarse que se iba a producir un incendio en el local. "No voy a querer arruinar mi vida, la de mi familia, mi negocio, no voy a querer terminar en una cárcel", sostuvo el acusado y se preguntó: "¿Por qué me tenía que figurar que algo que ya había pasado, tenía que ocurrir otra vez?".

De esta forma, se refirió a que el boliche había sufrido algunos pequeños incendios porque se había arrojado pirotecnia, pero en los casos anteriores el fuego se apagó con vasos de bebida y no hubo víctimas.

Sobre la noche de la tragedia, afirmó que "en el lugar no pasó nada", ya que "no hubo cortocircuito ni se cayó el techo", sino que "alguien creó una situación de inseguridad".

En otro tramo de su exposición, remarcó que el público tuvo varios "signos" de prohibiciones sobre el uso de pirotecnia cuando tanto él como el cantante de Callejeros, Patricio Santos Fontanet, pidieron que no la arrojaran dentro del local. También recordó que los asistentes al show de la banda fueron sometidos a cacheos rigurosos antes de entrar al boliche y que a muchos se les hicieron sacar las zapatillas y mostrar sus mochilas y banderas.

"No entiendo porque nosotros (los imputados) teníamos que saber la prohibición sobre la pirotecnia y el público no. Como público también hay responsabilidades. Muchos de los que son víctimas fueron los que causaron la tragedia", afirmó, lo cual causó malestar en los padres de fallecidos presentes en la sala de audiencias.

Por otra parte, Chabán criticó las conclusiones de un peritaje efectuado por expertos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) sobre el tiempo que insumió al público poder salir del boliche.

Según ese estudio, los paneles ignífugos comienzan a despedir gases tóxicos (en este caso ácido cianhídrico) luego de 15 minutos de entrar en combustión y si las víctimas tenían esa sustancia en los pulmones fue porque no pudieron salir antes de ese tiempo del boliche.

Esa prueba, en consecuencia, indica que hubo impedimentos en las salidas de emergencia de Cromañón, lo que agrava la responsabilidad de Chabán, quien lo gerenciaba. Pero el empresario, afirmó que quienes sobrevivieron a los gases tóxicos pudieron salir de la discoteca durante los primeros seis o siete minutos luego de iniciado el incendio.

Para Chabán, quienes quedaron adentro del boliche estaban "como drogados" por la combustión de tóxicos, entre ellos los de la media sombra, donde se inició el fuego, y el material ignífugo.

Algunas de las partes presentes en la sala aseguraron que en su afán por defenderse, esa frase de Chabán puedo tomarse como autoincriminatoria porque fue justamente él quien ordenó colocar los materiales.

Además de Chabán, en el debate están siendo juzgados los integrantes de Callejeros y su ex manager, el ex colaborador del empresario Raúl Villareal, dos jefes de la comisaría séptima y tres ex funcionarios del área de control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.