Viernes, 24 de abril de 2009 | Hoy
19:15 › JUICIO POR CROMAñóN
El ex gerente de República Cromañón, Omar Chabán, aseguró que, pese a la profusión de leyes y normas, "nadie puede controlar a tres idiotas e imbéciles violentando el bien común", en referencia a los jóvenes a los que acusa de haber incendiado el boliche en diciembre de 2004.
"Hay determinados jóvenes sin límites que no pueden ser controlados por nadie", remarcó Chabán, quien por cuarta vez amplió su declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Criminal 24, que juzga a los 15 imputados por la tragedia que provocó 194 muertos.
El acusado dedicó los 20 minutos que se le concedieron a historiar los cambios en la relación de los jóvenes con el esparcimiento y a deplorar la falta de adecuación de la normativa municipal a los cambios culturales.
"Tengo el concepto de multiespacio que viene del instituto Di Tella y traté de aplicarlo siempre. No sé si mis emprendimientos se ajustaban a los rubros de las habilitaciones municipales", señaló.
Chabán sostuvo que la división de locales bailables en las categorías A, B y C se remonta a 1968, "en el auge de la revolución cubana, el LSD, Los Beatles, la nouvelle vague y Astor Piazzolla".
El ex gerente de Cromañón recordó que a principios de los 80 montó el café Einstein con dos socios, un sitio en el que se proponían "hacer teatro" y que el permiso para funcionar se refería al sitio como "café-bar".
"Esa falta de concordancia me impresionó", evocó. Su experiencia como creador de "Cemento" también tuvo lugar en el relato: "Era un galpón, pero ahí hicimos recitales, desfiles de modelos, presentaciones de libros, era otra vez la idea del multiespacio. La gente estaba de pie, no había espejos, no había luces de colores, se podía hablar, era algo nuevo".
"No sé si la habilitación incluía todo lo que hacíamos, pero el público pedía videos, presentaciones en vivo, alternativas, y no se preocupaba por si bailaba solo o acompañado, con hombres o mujeres, interactuaba con el artista en ese invento nacional que es el 'pogo'", agregó.
En una suerte de reivindicación del rock, Chabán afirmó que "en el 2001, en plena crisis, la gente pedía que se fueran todos, pero iba a escuchar música, los multiespacios se habían convertido en un sitio casi pedagógico, donde no había violencia".
Sin embargo, por una suerte de asimilación entre "noche y pecado", los emprendimientos como "Cemento" fueron "cercados", la concesión de habilitaciones casi imposible, y las denuncias de los vecinos de los locales, una constante.
"Me quedé corto", advirtió Chabán y prometió profundizar los conceptos de su defensa en una próxima ampliación de su declaración indagatoria, que dijo que la efectuará cuando terminen de declarar los testigos.
Durante la jornada también declaró como testigo un abogado que se desempeñaba como inspector del Gobierno porteño, quien dijo que, a fines de 2003, en el área encargada del control de los locales nocturnos, había "paupérrimos recursos, mucho volumen de trabajo y poca disponibilidad de personal".
"No había ni camionetas, inclusive a las inspecciones debía ir con mi propio auto; no había ni handys, ni siquiera lapiceras", dijo el ex funcionario Mario Esteban Manzzini.
El testigo recordó que en noviembre de 2003, se disolvió -por decreto del entonces Jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra- la Dirección de Verificación y Control, y que el año siguiente fue "complicado", ya que se incorporó más personal y existieron "muchos cambios", que incluyeron mudanzas y varias modificaciones.
"De trescientos inspectores, pasamos a ser once", remarcó Manzini, quien señaló que a raíz de esa situación tenía que "trabajar día y noche".
Recordó que a veces ingresaba a trabajar los viernes a la mañana y se salía los sábados al mediodía, lo que le ocasionó trastornos físicos que lo llevaron a estar 45 días con licencia psiquiátrica.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.