Jueves, 1 de septiembre de 2011 | Hoy
23:14 › DE LA INCERTIDUMBRE A LA CONMOCIóN
Luego de la marcha convocada por los vecinos de la niña asesinada, un grupo de manifestantes se concentró frente a la Comisaría 2 de Hurlingham y agredió con piedras e insultos al comisario general Hugo Matzkin, subjefe de la Bonaerense. Por la tarde, los restos de Candela Sol Rodríguez fueron enterrados en el cementerio municipal. El padre de la niña, Alfredo Rodríguez, quien cumple una condena de tres años de prisión en la cárcel de Magdalena, amplió en la Fiscalía de Morón su declaración original, en la cual había rechazado la posibilidad de haber sido extorsionado, y dio nombres de cinco personas que podrían haber querido vengarse de él.
El fiscal general de de la causa, Federico Nieva Woodgate, reconoció que el desenlace del caso demuestra "el fracaso" de la investigación judicial. La investigación por el crimen de Candela Rodríguez sumó nuevas hipótesis, luego de la declaración del papá de la chica, que dio cinco nombres de delincuentes que, según su teoría, podrían haber querido vengarse de él por creerlo un "buchón" de la policía. Incluso, la policía abrió una nueva pista sobre la primera pareja de la madre de Candela, quien también fue a prisión.
En tanto, se confirmó que la nena, que tenía 11 años, murió por asfixia y que, de acuerdo con los primeros indicios del examen del cadáver, no habría signos de violación.
La Fiscalía aseguró que por ahora no quiere quedarse con ninguna hipótesis: aún no tiene "certeza" sobre la vinculación de la llamada extorsiva que se difundió, pero tampoco puede asegurar que los allegados de la víctima le hayan ocultado algo a los investigadores.
Por la mañana, los peritajes forenses confirmaron que Candela -secuestrada en la tarde del lunes 22 a la vuelta de su casa-, había muerto asfixiada entre la noche del lunes 29 y las primeras horas del martes 30: le habían roto el cuello y, aunque estaba desnuda, no la habían violado.
Más tarde, a la hora en que enterraban a Candela en medio de profundo dolor y con airados reclamos de seguridad y justicia, Alfredo Lourerio Rodríguez, padre de la nena y condenado en una causa por piratería del asfalto, pidió ampliar su declaración ante el fiscal Marcelo Tavolaro.
"Si fue contra mí es porque hicieron creer que era un 'buche' de la Federal en la zona de San Martín", trascendió que dijo Rodríguez al fiscal, y mencionó a cinco personas con prontuario que podrían tener una animosidad contra él, pero siempre en un caso hipotético porque no sabía por qué habían hecho esto.
Además, de acuerdo con lo que dejaron trascender fuentes del caso, el padre de Candela aprovechó la oportunidad para pedir privilegios en la detención que cumple desde hace un año y medio por una causa en su contra vinculada a "piratas del asfalto".
En primer lugar, habría reclamado ser llevado nuevamente a la cárcel de Magdalena -una prisión con régimen semiabierto donde estuvo hasta antes de que empezara el caso de su hija-, ya que ahora se encuentra en una unidad penitenciaria de Ituzaingo para que los investigadores tuvieran fácil acceso a él.
Pero Rodríguez fue por más: le habría pedido a la jueza de ejecución penal de Morón beneficios de salidas transitorias y/o la prisión domiciliaria. Estos pedidos frustraron las expectativas que se habían generado en la fiscalía de Morón cuando el hombre pidió hablar creyendo que podía revelar datos concretos que tuvieran que ver con el homicidio de Candela.
"Por algo supongo que pidió ampliar la declaración. Cuando sepa qué dijo, evaluaremos qué aporta", había dicho el Fiscal General de Morón, Federico Nieva Woodgate, cuando el hombre recién comenzaba su testimonial.
Nieva Woodgate puso paños fríos sobre la posibilidad de que la razón de la muerte de Candela haya sido la llamada extorsiva que se recibió el lunes por la noche, a las 22.
En esa llamada se decía: "Ahora sí que no la va a ver más...Hasta que no devuelva la guita no la van ver nunca más. Que le pregunte al marido dónde dejó la guita", fue parte del mensaje que escuchó una tía de Candela.
El papá de la nena escuchó ocho veces la grabación por pedido de la fiscalía: en la mayoría dijo que no sabía a quién pertenecía la voz, y en una última posibilidad sugirió que podría ser una persona que él conocía, pero sin ninguna convicción.
Nieva Woodgate afirmó que apenas supieron de esa llamada, investigaron desde dónde había sido hecha. Pero el hecho de que fuese efectuada desde un teléfono publico de la Ciudad de Buenos Aires impidió seguir avanzando.
Los investigadores sospechan que la llamada fue después de asesinar a la nena, que el hombre que hablaba podría haber querido desviar la pesquisa e incluso que el mensaje pudo haber sido para la primera pareja de Carola Labrador y no para el papá de Candela.
Por lo pronto, se espera que en las próximas horas vuelva a declarar ante la fiscalía la mamá de Candela, para ver si puede aportar datos que permitan entender por qué la mataron.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.