La manifestación, organizada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), abarcó un amplio abanico de partidos políticos, desde Convergència a los ecosocialistas de Iniciativa (ICV-EUiA), reunidos bajo la consigna de la independencia como única solución para Cataluña. El Paseo de Gràcia se vio desbordado, incapaz de absorber a los manifestantes que portaban la bandera independentista, roja, amarilla y azul. Al grito de independencia, Barcelona vivió varias manifestaciones simultáneas con diferentes columnas en las calles paralelas al paseo. "Es la manifestación más importante de nuestra historia", afirmó al comienzo del encuentro la presidenta de ANC, Carme Forcadell.

Entre los manifestantes se encontraban varios miembros del Parlamento y del gobierno regional, así como el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Aunque el actual titular del gobierno, Artur Mas, no asistió a la manifestación, sí participaron de la partida 9 de sus 11 consejeros y su esposa, Helena Rakosnik.

La Fiesta Nacional de Cataluña (la Diada), que recuerda la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas al mando del duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión Española en 1714, tras catorce meses de sitio, marcará este año un antes y un después en la historia de la región. Queda por verse si Mas, quien el 20 se entrevistará en La Moncloa con Rajoy, es capaz de aprovechar ese capital político a la hora de discutir el pacto fiscal aprobado por el Parlamento catalán en julio. “Desde fuera de Cataluña deben escuchar con atención lo que va a pasar hoy”, advirtió Mas antes de la protesta. Y agregó que haría suyo el reclamo de la calle: “Que escuchen lo que la gente pide, lo que la gente quiere y lo que la gente siente”. Ante una pregunta de la BBC de Londres respondió que sin el pacto fiscal “el camino hacia la independencia está abierto”.