Al presentar su balance, Brahimi indicó que el gran paso dado ha sido que ambas partes "se acostumbren a sentarse en la misma sala, a presentar sus posiciones y a escucharse la una a la otra" y agregó: "Incluso hubo momentos en los que han aceptado las preocupaciones y los puntos de vista de la otra parte... pero el progreso es muy lento".

El mediador destacó que esta ha sido la primera vez que las partes se han encontrado en tres años de conflicto "para discutir sobre la guerra y tratar de encontrar una solución política para salvar su país", en un esfuerzo por contrarrestar las declaraciones negativas de gobierno y oposición sobre la marcha del proceso. "De ellos van a escuchar cosas completamente diferentes de lo que yo voy a contar. Cada uno va a contar su interpretación de lo que pasó esta semana y yo les presento la mía", explicó.

En su balance de lo que ocurrió esta semana dentro de la sala de negociaciones, Brahimi destacó que ambas partes han reconocido que para poner fin de forma permanente al conflicto se necesita formar un órgano de gobierno transitorio, iniciar un diálogo nacional, pasar por una reforma constitucional y por elecciones.

"Ambos están dispuestos a implementar el Comunicado de Ginebra para resolver crisis", aseguró en referencia a la hoja de ruta para poner fin a la guerra civil en Siria y conducir a este país hacia una transición política. Y señaló que ambas partes estuvieron también de acuerdo en que el futuro de Siria sólo debe ser decidido por su propio pueblo, sin interferencias exteriores, directas o indirectas; que la soberanía y la unidad del país deben ser respetadas, y que "una pérdida de territorio nunca será aceptada".