Entre las pancartas que portaban los 40.000 manifestantes -según la Confederación Europea de Sindicatos (CES)- se podía leer "por un salario justo y empleos decentes", "medidas de austeridad = pobreza duradera" o "personas, no beneficios". El sindicato metalúrgico cristiano de Lieja, por su parte, exigía una "Europa social y unida con derechos sociales para todos".

La marcha transcurrió entre amplias medidas de seguridad, con unidades antidisturbios y helicópteros que controlaron la protesta. Los accesos al Consejo de la UE se cerraron después de que encapuchados intentaron entrar al edificio. La Policía estableció, además, un perímetro de seguridad en torno al Parlamento belga, y colocó vallas para proteger las embajadas ubicadas en los alrededores de la calle de la Loi, donde están las de España, Francia, Rusia y Estados Unidos.

Al paso de la marcha por la avenida des Arts se registraron incidentes en los alrededores de la embajada de Estados Unidos ante la UE, pues algunos manifestantes tiraron piedras y palos contra la legación estadounidense.