Tras los encuentros mantenidos con diferentes organizaciones sociales, con artistas e intelectuales y con los organismos de Derechos Humanos, la expresidenta, Cristina Kirchner, se reunió con 22 de los 42 legisladores del Frente para la Victoria, entre propios y aliados.

Marcelo Fuentes, de Neuquén, ofició del vocero del grupo, y reseñó que el objetivo del encuentro había sido el intercambio de opiniones acerca de la situación política y económica del país, y que la exmandataria les había pedido a los legisladores presentes "ser coherentes en la defensa de los intereses populares".

El misionero Juan Irrazábal, por su parte, reveló que Cristina cuestionó la "forma en que fueron designados originalmente" los candidatos del Ejecutivo a ocupar las vacantes de la Corte Suprema, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia antes de que sus pliegos fueran enviados al Senado. El senador advirtió, sin embargo, que la exmandataria "aclaró que no quería influir en la decisión de los integrantes del bloque, que deberán debatirlo puertas adentro". La mendocina Anabel Fernández Sagasti, a su turno, contó que CFK aludió al "pecado de origen" con el que fueron propuestos. No obstante, tanto Fernández Sagasti como Irrazábal recordaron la opinión de la expresidenta a favor de la ampliación del número de integrantes de la Corte, incorporando mujeres y especialistas de todas las regiones del país, en consonancia con el proyecto de ley presentado ayer por el peronista puntano Adolfo Rodríguez Saá.

La ausencia de la mitad de los integrantes de la bancada y de su presidente, Miguel Angel Pichetto, fue la nota del encuentro, aunque todos los legisladores que asistieron a la reunión coincidieron en resaltar la "unidad del bloque". La misionera Sandra Giménez, por ejemplo, indicó que "no hubo cuestionamientos hacia Pichetto" y agregó que "la unidad del bloque es intocable", mientras Irrazábal señaló que respetaba la conducción del rionegrino.