Fuentes de la querella informaron hoy que los acusados son los ex efectivos Rubén Gómez, Julio Silva, Marcelo Fiordomo y Hernán Gnopko, que están imputados del delito de "homicidio calificado" de Diego Gallardo, de 20 años.

Los cuatro ex policías comenzaron ayer a ser sometidos a proceso ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 de Lomas de Zamora, integrado por los jueces Guillermo Rolón, Fernando Bueno y Rodolfo Lanza.

Voceros de la Correpi, que representa a la familia de Gallardo, informaron que en la primera audiencia declaró un perito forense que señaló que la víctima presentaba 57 lesiones en su cuerpo, cinco de ellas en la cabeza que le produjeron fracturas.

El forense precisó que 21 de esas heridas fueron producto de golpes con elementos cilíndricos, alargados, de superficie lisa y unos 4 centímetros de diámetro, señaló la Correpi.

"Cuando le preguntaron qué podían ser esos elementos, el perito indicó que podían ser los bastones o palos policiales de madera", explicó una vocera de la Correpi.

A su turno, también declaró la madre de uno de los detenidos de la comisaría de Dock Sud que fueron llevados junto a Gallardo a la seccional primera de Avellaneda.

La mujer aseguró que escuchó desde el interior del camión de traslado a un joven decir que le dolía la cabeza y a otro que le respondió: "Callate Diego, que nos cagan a palos de vuelta", agregó la vocera.

Además, declararon cinco policías de la seccional primera de Avellaneda, donde Gallardo agonizó unas 15 horas antes de morir, dos de los cuales aseguraron que los golpes que sufrió la víctima los recibió en una pelea entre presos.

El debate continuará mañana a partir de las 9 en el edificio judicial ubicado en la esquina de Larroque y Camino Negro en la localidad de Banfield.

El 10 de enero de 2005, Diego Gallardo estaba detenido en comisaría de Dock Sud, donde, según la instrucción de la causa a cargo del fiscal de Lomas de Zamora Andrés Devoto, los policías descubrieron un túnel que realizaban los presos para escapar de uno de los cababozos.

Según la pesquisa judicial, los ocho presos del calabozo fueron brutalmente golpeados con palos por los policías y horas después, reubicados en otras dependencias, aunque previo a ello se labró un informe médico aparentemente falso, en el que se dejaba constancia de que todos ellos estaban en buen estado físico.

Al día siguiente, Gallardo comenzó a sentirse mal en su nuevo lugar de alojamiento -la comisaría primera de Avellaneda- y murió más tarde cuando fue llevado al hospital Fiorito.

El fiscal, en base a la declaración de los otros detenidos golpeados, solicitó las detenciones de Gómez, Silva, Fiordomo y Gnopko por el delito de "homicidio calificado por la condición de policía y por la participación de dos o más personas".

A Gnopko, además, se lo acusa de falsificar el informe médico y se trata del único de los cuatro ex policías que llegó libre al inicio del juicio oral beneficiado con una excarcelación.