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Lula reiteró que le interesa la entrada de Venezuela al bloque pero resaltó que "esa es una decisión de Venezuela" y aclaró que "para entrar hay que tener reglas, para salir no hay reglas, si no quiere quedarse no se queda", dijo en referencia al anuncio de Chávez sobre el ingreso venezolano al bloque regional del sur.

El presidente de Brasil hizo estas declaraciones en Lisboa, donde participa de la cumbre Brasil-Unión Europea y tras una reunión que mantuvo esta tarde con el primer ministro portugués, José Sócrates.

"Además de ser el jefe del estado brasileño y Chávez el jefe de estado venezolano, somos amigos, así que podemos estar seguros de que no faltará momento ni oportunidad para conversar con él para saber qué está sucediendo de verdad", afirmó Lula según la agencia brasileña Radiobras.

Las expresiones del mandatario brasileño se suman a las declaraciones de legisladores brasileños producidas durante la jornada tras el planteo del plazo de tres meses hecho por Chávez, para que los parlamentos de Brasil y Paraguay aprueben el protocolo de adhesión de Venezuela al Mercosur.

La instancia de diálogo tras el cruce de imputaciones y declaraciones de Chávez y el Congreso de Brasil pareció esta tarde imponerse cuando el embajador de Venezuela en Brasilia acordó con los legisladores brasileños la visita de un grupo de diputados desde Caracas para reafirmar el interés en integrarse al bloque.

Durante el día congresistas y funcionarios del gobierno de Brasil rechazaron el ultimátum dado por Chávez, quien también había expresado que su gobierno evaluará la posibilidad de retornar a la Comunidad Andina de Naciones, a la que había renunciado para acceder al Mercado Común del Sur.

La ministra Jefe de la Casa Civil, Dilma Rousseff, dijo que la relación de Brasil "con los países de América latina no tiene plazos. Participamos del mismo continente, somos vecinos", pero afirmó que "ningún país establecerá plazo para el Brasil, ni Brasil lo hará para otros".

En declaraciones que reprodujo la agencia Radiobras, Rousseff señaló que Brasil tiene una actitud "madura y de responsabilidad", y "de intereses económico, geopolítico, social y cultural" a la integración de Brasil con otros países del continente.

Las reacciones más fuertes surgieron desde el Parlamento brasileño, con el que Chávez inició su cruce de declaraciones al acusar a sus integrantes de repetir "como loros" los mandatos de Washington, tras aprobar un documento en el que criticaban su decisión de no renovar la licencia del canal Radio Caracas Televisión (RCTV).

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Heráclito Fortes, dijo que "Chávez piensa que representa a los tres poderes en Venezuela, pero en Brasil es diferente, los poderes son independientes y armónicos" y consideró que el bolivariano quiere "desviar la atención de su crisis interna".

Uno de los legisladores brasileños en el Parlamento del Mercosur, el senador Aloizio Mercadante (PT-SP), expresó que "la integración regional es un proceso irreversible de intereses de los pueblos y las naciones. El Senado tomará su decisión en el momento que juzgue oportuno y analizando ese proceso".

"Vamos a aprovechar las palabras del presidente Hugo Chávez: no somos loros de Estados Unidos y no lo somos tampoco de Venezuela", sostuvo el diputado Fernando Coruja, del Partido Popular Socialista (PPS), aliado del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva.

El senador Arthur Virgilio, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), dijo sobre las declaraciones de Chávez: "Gran noticia. Ahora ya sé que debo resistir con el PSDB hasta setiembre y después exigirle que cumpla su palabra y no entre en el Mercosur", ironizó.

Desde Venezuela, el titular de la Comisión de Política Exterior del congreso venezolano, Saúl Ortega, intentó aclarar que el plazo de Chávez no es una presión sino un período para evaluar internamente las políticas.

Ortega afirmó -en expresiones citadas por la agencia estatal ABN- que los tres meses "servirán para determinar cuál, hasta ahora, parece ser un conjunto de intereses que priva la transparencia del total ingreso de Venezuela a esa instancia internacional".

La adhesión de Venezuela al bloque fue aprobada por los presidentes de los países miembros, pero todavía falta que sea ratificada por los congresos de Brasil y Paraguay, proceso que lleva más de un año.

Pero si bien esta decisión política está demorada y generó la reacción de Chávez, los equipos técnicos también están empantanados en el establecimiento de un cronograma de adecuación arancelaria de Venezuela a la que rige el bloque.