En esa instancia, el equipo que dirige Marcelo Loffreda enfrentará a Escocia, uno de los dos rivales más accesibles de los que siguen en carrera. Ese encuentro se desarrollará el próximo domingo a las 16 hora argentina en el Stade de France de París.

Con el triunfo de hoy, Los Pumas evitaron encontrarse con el poderoso Nueva Zelanda, que tendrá enfrente al anfitrión, Francia, un choque impensable para cuartos.

Juan Martín Hernández, autor de tres drops y preciso para colocar el juego en cancha rival a través de excelentes kicks tácticos, lideró a un equipo que se vio hostigado en los primeros siete minutos, pero después manejó el trámite del partido, mató a tackles a un adversario desesperado y terminó ganando por una diferencia justa.

También fue notable lo de los forwards -brillaron Patricio Albacete, Gonzalo Longo y Rodrigo Roncero-, que más allá de alguna laguna en el line, dominaron a un pack durísimo al que frenaron una y otra vez y le robaron muchas pelota en los reagrupamientos.

Los irlandeses desnudaron sus intenciones desde el primer minuto. Fueron a buscar los cuatro tries desde el inicio, a tal punto que optaron por no patear los postes en el primer penal que les dieron para buscar el line y un posterior movimiento de maul que no logró concretar por un mal lanzamiento de Flannery.

Los Pumas recién lograron salir del asedio a los 7 minutos y forzaron un penal factible pero de posición alejada que Felipe Contepomi falló. Pero de a poco el equipo argentino se fue soltando y empezó a poner el juego en terreno ajeno a través de los muy buenos kicks tácticos de Juan Martín Hernández, que pusieron el juego en campo ajeno, y la presión ejercida por los rugbiers albicelestes sobre los tres cuartos europeos. Y a partir de uno de ellos llegó la apertura.

Lucas Borges presionó a un back rival y forzó un line a favor. Y del mismo comenzó un movimiento de maul de los forwards que terminó en un scrum cinco. Empujó el pack argentino en esa formación y Agustín Pichot abrió la pelota para Borges, quien soportó la marca y se zambulló en el ingoal.

Irlanda bajó los decibeles de a poco, pero se puso a tiro con un penal, pero Hernández, con un drop espectacular, volvió a estirar diferencias.

Los tackles argentinos frenaban cada intento irlandés, el line funcionaba bien, nada parecía indicar que algo iba a cambiar. Incluso cuando Patricio Albacete robó un line ajeno en las adyacencias del ingoal albiceleste, pero los forwards perdieron la pelota abajo, Eoin Reddan abrió hacia el centro y Brian O'Driscoll superando el cierre de Hernández se cortó hasta abajo de los postes.

Pasó a ganar Irlanda, entonces, pero enseguida volvió la calma cuando Hernández clavó otro drop, esta vez desde posición más factible. Y enseguida Hernández, la gran figura del partido, inició un contragolpe con un kick a cargar que el mismo tomó de aire, y de ahí nació la jugada, que, tras algunas fases más, derivó en el segundo try argentino apoyado por Horacio Agulla en la bandera izquierda. Así murió el primer tiempo. Los Pumas ganaban 18-10 y por la actitud con la que uno y otro se fueron al vestuario parecía imposible que al elenco de Marcelo Loffreda se les escapara el primer puesto del grupo.

Y así fue. Después de que Felipe Contepomi anotara su primer penal, Irlanda marcó un try bárbaro a través de Geordan Murphy, pero de ahí en más Los Pumas controlaron el juego con un planteo inteligente.

Hernández, Contepomi, Corleto y Pichot pusieron la pelota en campo ajenos con sus kicks y los irlandeses, desesperados, trataron de perforar la defensa argentina, pero nunca más pudieron. Los Pumas terminaron jugando casi todo el tiempo en campo ajeno e incluso pudieron marcar algún try más. Regularon el juego y lograron lo que parecía imposible antes del inicio del certamen.

Clasificaron a cuartos de final, como lo habían hecho en 1999, pero esta vez como primeros en el grupo.

Lo hicieron ante una multitud que deseaba un triunfo irlandés, pero nunca se achicaron. Y ahora empiezan a ilusionarse con llegar a una semifinal, por primera vez en la historia del rugby argentino.

Y por lo visto en estos cuatro primeros encuentros, en los que pusieron a sus pies a dos de los mejores seis equipos del mundo, ese sueño tiene fundamentos sólidos.

Fuente: DyN