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El "scoring" fue aprobado en febrero de este año por la Legislatura porteña y su implementación demandó meses debido a los reclamos que generó, en especial de camioneros y taxistas, que se consideraban perjudicados al estar más expuestos al tránsito. Esta norma, que también recogió críticas de especialistas en seguridad vial en el sentido de que no se podía aplicar al no haber un registro único de faltas en todo el país, consiste en otorgar un máximo de 20 puntos a cada automovilista que sacó su registro en la Ciudad de Buenos Aires.

Por cada falta de tránsito que cometa se le descontarán puntos y, cuando llegue a cero, le corresponderá una pena que va de los 60 días a los cinco años de inhabilitación para conducir. Cada descuento parcial de puntos queda sin efecto a los dos años de realizado, siempre que el conductor, durante ese lapso, no haya alcanzado los cero puntos al tiempo que, en ese período, el infractor tendrá que cumplir y aprobar un curso de educación vial y prevención de accidentes de tránsito.

La ley prevé, además, que los conductores que lleguen a cero puntos deberán renovar el registro de conducir en un tiempo menor al estipulado, mientras que los reincidentes crónicos tendrán una inhabilitación más larga o permanente.

La norma determina que los buenos conductores recibirán premios y bonificaciones en los trámites relacionados el manejo y que podrán recuperar cuatro puntos si realizan un curso especializado en educación vial, con temas de derechos humanos y socorrismo.

En todos los casos los descuentos de puntos se aplicarán una vez que lo determine la Unidad de Control Administrativa de Faltas y finalizada cualquier apelación que pudiera presentar el conductor. En caso que en el acta de infracción no se identifique al conductor del vehículo se aplicará el descuento al dueño del automóvil.

En la provincia de Buenos Aires, se pondrá en práctica la nueva ley de tránsito, que trae consigo la vuelta de los radares, con el fin de controlar la velocidad máxima en las rutas y establecer las multas correspondientes.

Una prueba piloto tomada hace 20 días determinó que el 90 por ciento de los más de dos mil vehículos controlados circulaba a velocidades no permitidas, superiores a los 130 kilómetros por hora en rutas y mayores de 60 en la zona urbana.

El titular del Registro Unico de Infractores de Tránsito bonarense (RUIT), Emiliano Baloira, calificó de "alarmantes" los resultados de la prueba piloto, lo que "condice con la cantidad de vidas que se pierde" Sobre el total de vehículos testeados, 813 superaron el límite en 40 kms/hora y 530 lo hicieron con más de 20 kms/hora sobre lo permitido, mientras que sólo 249 respetaron las normas de velocidad.

Baloira dijo que estas medidas de seguridad no tienen un fin recaudatorio sino de prevención de accidentes, porque existen multas "que van de 400 a 2 mil pesos, pero buscamos que los conductores tomen conciencia".

"El éxito del programa es la recaudación cero, porque si se respetan las velocidades máximas, van a bajar la cantidad de muertes", señaló Baloira.

Durante el verano funcionarán 180 radares, 140 fijos y 40 móviles, pero en una primera instancia se colocarán entre 70 y 100 radares en las rutas de la costa, que es donde hay mayor tránsito por el turismo.