Tras un año con desgajamientos y deserciones en su propia tropa, la ruptura de la Concertación y el distanciamiento de los aliados transversales, el kirchnerismo pondrá en juego en las elecciones legislativas de 2009 su ajustada mayoría parlamentaria. De las 123 bancas que se renuevan en la Cámara de Diputados, 61 pertenecen al oficialismo. En el Senado, arriesgará 13 de las 24 senadurías que se elegirán en ocho provincias. Sólo la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo pondrá todas las fichas, deberán defender 20 bancas, sobre un total de 34 en disputa. En tanto, la mayoría de la oposición, que empieza a nuclearse en frentes provinciales anti K, buscará arrebatarle al Frente para la Victoria la mayoría con que logró convertir en leyes el grueso de los proyectos que el Gobierno envió al Congreso.

Terreno complicado

En 2009, las elecciones legislativas serán un prueba de fuego para el Gobierno, donde deberá resistir el embate opositor para conservar la integridad de su fuerza parlamentaria. Una tarea nada sencilla. Las excelentes elecciones legislativas que consolidaron el liderazgo kirchnerista en 2005 se han transformado en un boomerang para los comicios del año que comienza, luego del desgastante conflicto con los ruralistas. Ahora, deberá poner en juego la mayoría de las bancas que se renuevan en las dos Cámaras legislativas. Este trabajo incluye conservar las bancas de sus principales espadas parlamentarias. En Diputados, deberán renovar su mandato el jefe del bloque kirchnerista en Diputados, el santafesino Agustín Rossi y la vicepresidenta primera de la Cámara, la cordobesa Patricia Vaca Narvaja. Los dos distritos aparecen a priori adversos al oficialismo.

En Santa Fe, Rossi deberá atravesar primero el obstáculo que significa la conducción partidaria en manos de su adversario en la interna del PJ: el díscolo senador Carlos Reutemann. El Lole no quiere a Rossi en la lista de candidatos y aunque el ex piloto de Fórmula Uno le aseguraría una buena elección al kirchnerismo, no le garantizaría un triunfo ni tampoco fidelidad política.

El rival provincial no es nada fácil: el gobernador socialista Hermes Binner aspira a que el PS se transforme en el eje de un frente opositor en Santa Fe, a ganar las elecciones para posicionarse para el 2011 y a mantener en el Congreso a dos de su principales dirigentes: el senador y presidente del socialismo, Rubén Giustiniani, y la jefa del bloque de diputados, Silvia Augsburger, que también renuevan sus bancas en 2009.

Córdoba será otra plaza complicada para los K. De las nueve bancas en juego, tres son del oficialismo. Allí Vaca Narvaja no contaría con el respaldo del PJ local en manos del tándem Schiaretti-De la Sota, a quienes enfrentó respaldando a Luis Juez. Ahora, el ex intendente de la ciudad de Córdoba es una de las patas del frente anti K en la Docta. El jefe del bloque de diputados de la UCR, Oscar Aguad, busca allí un lugar expectante en frente opositor que logre armarse para renovar sus pergaminos.

La ciudad de Buenos Aires es otro de los distritos esquivos para el oficialismo y donde buscará retener tres de las nueve bancas en juego. Un objetivo que parece demasiado lejano. El macrismo expondrá cuatro bancas y la Coalición Cívica sólo una. Los ex aristas ahora nucleados en Solidaridad e Igualdad (SI) también están complicados: los porteños decidirán si conservan las tres bancas que aspiran a retener en un frente “progresista” que buscan armar. Entre ellas, la de la abogada previsionalista María América González. Muchas menos chances de volver al Congreso tienen la fiel lopezmurphista Nora Ginzburg y el aliado oficialista Eduardo Lorenzo Borocotó.

En Mendoza el cobismo se transformaría en la cabeza de un gran frente opositor, cuyas fuerzas por separado renuevan cuatro de las cinco bancas provinciales. En Tierra del Fuego, habrá que ver si se consolida o retrocede el ARI que responde la jaqueada gobernadora Fabiana Ríos, pero no a Elisa Carrió.

Fuerzas propias

La provincia de Buenos Aires será uno de los distritos en que el kirchnerismo se apoyará para tratar de sostener su hegemonía parlamentaria. Pero también allí estarán en juego las diputaciones de un amplio abanico de sus incondicionales: 20 de los 35 legisladores que elegirán los bonaerenses. La lista incluye a Carlos Kunkel, Carlos “Cuto” Moreno, Mariano West, Diana Conti, Carlotto, el “transversal” Edgardo Depetri y el abogado cegetista Héctor Recalde. Este es el territorio donde más dificultades tiene la oposición para hacer pie, pero los K tendrán que hacer una excelente elección para conservar su actual fuerza provincial en el Parlamento.

Otras provincias aparecen más favorables para el kirchnerismo y sus aliados, aunque no suman tantos diputados como las más pobladas. En Tucumán, el PJ buscará renovar sus cuatro bancas en disputa; en Santiago del Estero, el Frente Cívico –un incondicional aliado K en el Congreso– tratará de retener las dos que tiene y recuperar la de la peronista Marta Velerade que emigró a la CC. En Chaco, el PJ buscará arrebatarle algunas de las tres bancas que la UCR tendrá que sostener electoralmente.

El peronismo de La Rioja también quiere retener dos lugares; en Chubut otros dos, aunque responderán al crítico gobernado Mario Das Neves; y en Entre Ríos al menos tres de las cinco. En Formosa buscará dos bancas y en La Pampa, Jujuy Salta, Santa Cruz, Corrientes, Misiones y San Juan al menos dos de las tres en juego. En Catamarca, todo dependerá del acuerdo que logre el PJ provincial entre el diputado Luis Barrionuevo y el senador Ramón Saadi.

Pelea en terreno ajeno

La renovación de senadores será complicada para el kirchnerismo en las ocho provincias que elegirán senadores. En Córdoba, Mendoza y Santa Fe, el PJ mantiene hasta ahora en sus manos dos de los tres senadores ganados por la mayoría. Algo que le resultará difícil mantener en 2009. En Chubut y La Pampa, en cambio, aspira a retener esa mayoría. El oficialismo en Tucumán buscará sacarle la actual hegemonía que ostentaba el decadente partido bussista Fuerza Republicana, lo mismo que en Corrientes donde peleará con la UCR y el Partido Nuevo. En Catamarca, en cambio, los ex aliados K del Frente Cívico y Social retendrían sus dos senadurías.

En carrera para quedarse

Los senadores Carlos Reutemann, Rubén Giustiniani y Ernesto Sanz, con sus bancas en juego.

En carrera para salir

Dante Camaño, Eduardo Lorenzo Borocotó y María América González, con pocas chances de renovar sus bancas.