No obstante, el presidente estadounidense, Barak Obama, consideró que los datos eran "una noticia alentadora", aunque señaló que "el desempleo sigue siendo inaceptablemente elevado".

Por su parte, la secretaria de Trabajo estadounidense, Hilda Solís, recordó que hace un año el índice de desempleo estaba en el 10,1 por ciento e instó al Congreso a que apruebe una extensión de los subsidios por desempleo.

En tiempos normales, el subsidio cubre hasta 26 semanas, pero durante la reciente recesión, la peor en siete décadas, el Gobierno Federal decidió extender los programas en algunos estados.

Solís recordó que si el Congreso no aprueba otra extensión, alrededor de dos millones de personas quedarán sin subsidio a fin de noviembre, y seis millones más perderán el beneficio a fin de año.