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Montes ratificó que los sindicatos obreros fijaron "la canasta familiar en 8.309 bolivianos (1.250 dólares) como base de negociación salarial con el Gobierno". La primera ronda programada para hoy fracasó porque los sindicalistas querían una reunión con el presidente Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García Linera, y no con sus ministros.

En una conferencia en el Palacio de Gobierno, Evo indicó que "jamás se dará un aumento por debajo del índice de inflación", pero apuntó que los pedidos de algunas organizaciones gremiales de un aumento salarial de hasta el 70 por ciento la causan gracia. Por lo que le pidió a la COB "una propuesta más seria".

Los sindicatos obreros están molestos porque desde la Navidad de 2009 subieron a diario los precios de los víveres, y en los últimos días se incrementó el precio de los pasajes en Cochabamba, Oruro, Potosí, Sucre y Santa Cruz de la Sierra.

La ciudad de Cochababamba, centro de Bolivia, fue epicentro de la violencia con el enfrentamiento de vecinos y chóferes, quienes elevaron los pasajes del transporte público.

Potosí, ciudad del occidente de Bolivia, sufrió por décimo día consecutivo un paro del transporte que insiste en subir los pasajes. También existe resistencia civil en Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más poblada de Bolivia, a nuevos precios del transporte público.

El precio de los víveres subió al menos un 30 por ciento desde la Navidad tras un decreto promulgado por Morales sobre el alza de combustibles, medida que fue anulada cinco días después tras una fuerte protesta callejera en las principales ciudades de Bolivia. Pero la contramarcha no llevó a que se redujeran los precios de los víveres.

El Gobierno aún no fijó el monto del incremento salarial, decisión que genera malestar en los sindicatos obreros, quienes aseguraron que será contundente el paro de mañana.