El Tribunal presidido por el juez Carlos Rozanski, indicó en la elevación a juicio que el Destacamento de Inteligencia 101 "prestó un apoyo imprescindible en la implementación y desarrollo de la represión clandestina", pero ante el pedido de declaración de los jueces a Duval, el represor indicó: "No voy a declarar".

La elevación a juicio agregaba: "Los titulares de las dependencias militares de inteligencia -tal el caso del imputado Arias Duval- no sólo estaban al tanto del plan de represión ilegal que se cernía sobre esta región y el resto del país, sino que el área que dirigían era un eje fundamental en la estructura criminal organizada".

La acusación destaca además que los secuestros y detenciones "eran precedidos necesariamente por una labor de inteligencia que individualizaba a las futuras víctimas". "El Destacamento 101 contribuyó sin dudas a aumentar la capacidad ofensiva del aparato organizado de poder en el que se hallaba inserto y del cual constituyó un eslabón indispensable", subraya.

Duval también está acusado de la sustracción de José Sabino Abdala, de 2 años y 8 meses, y de María Eugenia Gatica Caracoche, de 13 meses, ambos restituídos posteriormente a sus familias; y de Ana Libertad Baratti de la Cuadra y Leonardo Fossatti Ortega, estos últimos nacidos en la comisaría quinta de La Plata.