Durante su homilía en el Tedeum, frente al Gabinete nacional y varios gobernadores, el obispo de Bariloche señaló que “la vida es un don de Dios y no fruto de la casualidad”, lo que fue una ratificación velada de la postura de la Iglesia frente al aborto, y consideró que se debe cumplir el anhelo de “una patria grande, pero no por conquistadora sino por acogedora”.

Tambíen pidió “eliminar la pobreza” para poder “celebrar un bicenteneario con justicia e inclusión social” y reconoció que ”mucho fue lo que hemos alcanzado y mucho lo que hay por hacer”. En este sentido, abogó para que “no falta el trabajo y el pan en nuestras mesas”, así como tampoco “la justicia en nuestras estructuras”.

Antes de entrar a la ceremonia, el vicepresidente Amado Boudou destacó el "gran acompañamiento popular" que posee la Presidenta y su "proyecto de gobierno", y consideró que esta fecha "es muy especial" porque "es un 25 de mayo en el que se siguen recuperando las cuestiones importantes de los argentinos como YPF, pero también porque se recuerda el noveno año del surgimiento de este espacio político". Por eso, destacó a Néstor Kirchner como "el presidente que cambió el rumbo de la historia de un país que no tenía rumbo y él fue encontrándolo con convicción y con mucha fortaleza, a veces tomando decisiones muy difíciles".