San Lorenzo da pelea. Con el sexto triunfo consecutivo que logró anoche ante Central por un cómodo 3-1, el equipo de Boedo escaló hasta el tercer lugar y se ilusiona con luchar en los dos frentes. Tanto que los hinchas cantaron que van a dar la vuelta de la mano de Ramón Díaz. Con la derrota y el triunfo de Colón, Central volvió a caer a la zona de promoción.

Con la serenidad de quien se sabe superior salió a jugar San Lorenzo. Sin forzar la situación, el equipo de Ramón encontró la manera de vulnerar una defensa que lucía endeble. Y lo hizo con dos maniobras bien elaboradas, en las que quedó en claro el diferente momento que atraviesan los dos equipos. Primero, Acevedo habilitó de taco a Placente, que cedió al vacío a D’Alessandro. El volante llegó al fondo y metió un centro bajo para que Bergessio conectara de zurda y dejara sin chances a Alvarez. Más tarde, tras un cambio de frente de D’Alessandro, Adrián González encontró por el segundo palo a Romeo, que paró la pelota y definió suave ante la salida del arquero.

Con el desarrollo y el marcador a favor, San Lorenzo estaba para golear. Ante un rival que pintaba derrotado, nada parecía perturbarlo. Sin embargo, una jugada fuera de contexto modificó todo lo que parecía sencillo. Borzani recibió afuera del área y sacó un remate violento, que se desvió apenas en un defensor, pero lo suficiente como para elevarse y colarse por arriba de la estirada de Orion. El gol cambió los estados de ánimos. El confiado San Lorenzo, de pronto, empezó a descreer de su juego y ya no fue el claro dominador del encuentro. Y el entregado Central se dio cuenta que no todo estaba perdido y que apenas un gol lo separaba del empate. Que incluso pudo llegar en el arranque del segundo tiempo, cuando Zelaya se fue por la izquierda, pero Orion le ganó en el mano a mano, o cuando el arquero sacó del ángulo un derechazo de Méndez.

Pero como los rosarinos no acertaron sus chances, San Lorenzo no lo perdonó. En cuanto pudo respirar un poco, el conjunto local logró sacar una contra que terminó con un ingenuo penal de Alvarez a Romeo. El remate fuerte y a la derecha del arquero de Adrián González sirvió para que San Lorenzo recuperara la ventaja y, sobre todo, la tranquilidad que había perdido. Es cierto que Central intentó una reacción y generó algunas ocasiones, pero esta vez San Lorenzo no se desesperó y controló el juego, para concretar la sexta victoria seguida y meterse de lleno en la pelea.