Domingo, 13 de abril de 2008 | Hoy
DEPORTES › EL EQUIPO ARGENTINO GANO EL DOBLES Y SE PUSO 2-1 ANTE SUECIA
Luego de la preocupante caída de Acasuso, Nalbandian y Cañas se impusieron en tres sets a Bjorkman y Lindstedt y dejaron a Argentina a un paso de las semifinales de la Copa Davis. El cordobés juega con Soderling desde las 10. Luego iría Chucho ante Johansson.
Acostumbrados a festejar el sábado, la serie ante los suecos había sembrado algunas dudas tras la gran actuación de Robin Soderling en el segundo singles. Pero ayer, en el partido bisagra del dobles, David Nalbandian y Guillermo Cañas completaron una actuación sólida venciendo 7-5, 6-4 y 6-4 a Jonas Bjorkman y Robert Lindstedt y dejaron al equipo argentino a un punto de las semifinales. La serie se cerrará hoy, a partir de las 10, con el partido entre Nalbandian y Soderling, y a continuación se medirán Thomas Johansson y José Acasuso, aunque el capitán argentino Alberto Mancini no confirmó al misionero y podría cambiar de jugador según el resultado que consiga Nalbandian.
La primera jornada de la serie había dejado un gusto amargo. Imaginando un 2 a 0 el viernes, la dura derrota de Acasuso ponía una señal de alerta en el camino y tras casi diez años –desde septiembre de 1998–, el equipo argentino debía definir como local una serie en la tercera jornada, luego de 11 festejos consecutivos el sábado. Por eso el partido de dobles, que siempre resulta importante, tomaba mayor relevancia. Y los argentinos lo resolvieron con solvencia en poco más de dos horas.
Si bien el juego nunca tuvo un dueño claro ni una diferencia abrumadora para una u otra pareja, Nalbandian y Cañas siempre fueron más profundos y oportunos en los momentos decisivos: quebraron en el 5-5 del primer set; hicieron lo propio para quedar 5-4 en el segundo parcial y terminaron de liquidar el partido quebrando el saque de los suecos en el 4 iguales del tercer set.
Hasta que la pareja nacional le tomó la vuelta a cómo jugar el partido, el trámite fue absolutamente parejo. Cada equipo ganaba los puntos con su saque con la misma facilidad con la que perdía cuando recibía. Para ese entonces, el juego marcaba una particularidad: Cañas y Nalbandian optaban por esperar el ataque de los suecos y lo contrarrestaban con buenos passings o con palazos de Cañas que desgastaban a los rivales que vivían en la red. Del otro lado existía una clara diferencia entre la experiencia y la calidad de Bjorkman y la inseguridad y el apuro de Lindstedt. Los suecos tuvieron su chance en el cuarto game pero no lo aprovecharon y en el undécimo –Nalbandian jugó un game notable–, la pareja argentina quebró el saque de Bjorkman, se puso 6-5 y cerró el primer parcial con el servicio del cordobés.
En el segundo, la diferencia fue más pronunciada para el lado nacional. En el juego inicial, los suecos salvaron tres break points y, a partir de allí, nunca estuvieron sólidos desde su servicio. En contrapartida, Cañas cada vez tomaba más confianza. El de Tapiales prescindía de su revés, se acomodaba bien hacia su izquierda para darle fuerte de drive y superar a los suecos. Nalbandian, en tanto, mejoró sus saques y encontró buenos ángulos con su revés: con efecto y cruzado cuando recibía el saque rival; fuerte y paralelo cuando se plantaba adelante y podía impactar la bola a buena altura. Otra vez el quiebre llegó en el momento más oportuno, en el noveno juego sobre el saque de Lindstedt, y con la colaboración de un error increíble de Bjorkman, que le erró a la pelota en una volea simple en la red. Luego llegó Cañas para confirmar el quiebre, pero recién en el séptimo set point y tras salvar un break en contra, el equipo argentino se llevó el segundo parcial.
El tercer set también empezó mejor para los argentinos, que rápidamente parecían ponerse en ventaja con un drive invertido de Cañas para quebrar en el primer juego, pero el árbitro corrigió el fallo inicial del juez de línea y los suecos levantaron y se llevaron el game. Pero Lindstedt volvió a perder su saque en el tercer game y la historia comenzó a terminar. Sobre el final parecía que los suecos se recuperaban. Emparejaron el set quebrando el saque de Cañas, aunque un juego más tarde, el que perdió el suyo fue Bjorkman y el equipo argentino cerró la serie con un 6-4 final.
Hoy, los número uno de cada país –Nalbandian y Soderling– se verán las caras a primer turno. Si el cordobés gana, la serie quedará sellada y el quinto juego será anécdota. Si pierde, la historia se pondrá 2-2 y allí Mancini deberá decidir quién juega el punto decisivo.
Informe: Mariano Verrina.
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