“Hoy es el día más feliz de mi vida: terminé con este suplicio y me voy de vacaciones.” En lo que puede ser considerada la más decepcionante historia del deporte argentino en los Juegos Olímpicos, Georgina Bardach volvió a dar una penosa imagen en los 200 metros: la nadadora cordobesa, medalla de bronce en Atenas en 400 metros, terminó en el puesto 37 entre 38 participantes. Bardach debía competir esta madrugada en 200 metros mariposa, pero adelantó que no lo hará: quiere terminar de una vez por todas lo que fue el mayor martirio de su carrera.

El primer capítulo de la desastrosa participación de la argentina, de 24 años, había ocurrido el sábado, cuando terminó 36ª entre 37 nadadoras con un tiempo 23 segundos superior al que había empleado en los Juegos Olímpicos de hace cuatro años. “Fue la peor carrera de mi vida. Me quería ir de la pileta”, dijo.

El escandalete protagonizado por la nadadora cordobesa antes de los Juegos, cuando criticó duramente a la Secretaría de Deporte, amplificó el alcance de esta flojísima actuación. Bardach volvió a reconocer que en 2008 pensó varias veces en dejar de competir, pero no develó los motivos.

A Bardach se la notó muy triste los últimos días en la villa olímpica. Según trascendió, la argentina se habría peleado con su novio en los últimos días, en una ruptura de la que no se pudo recuperar.

“La realidad es que entrené muy poco antes de venir porque la cabeza no me daba para aguantar una semana entera de entrenamiento. En este momento que estoy pasando influyó de todo un poco. Tanto lo deportivo como lo extradeportivo. Sinceramente, estaba muy cansada de todo, absolutamente de todo”, explicó Bardach.

“Sabía que no estaba para mucho más y estoy contenta porque llegó el momento que esperé por más de un año. Por fin se terminó este suplicio”, señaló Bardach. “Necesito estas vacaciones que se vienen ahora. Necesito estar liberada de esta obligación”, agregó.

“La verdad –continuó– es que creo que voy a aprender mucho más de todo esto que me está pasando ahora que de la medalla que conseguí en Atenas. Pero por un mal torneo no voy a tirar veinte años de carrera. Hay que superar esto, descansar y después comenzar a prepararme para poder estar en los Juegos Olímpicos de Londres”, completó.