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- Descubrimiento

Varios fueron los futbolistas que encendieron su estrella en los Juegos Olímpicos. En el pasado, por ejemplo, hombres como Ferenc Puskas, Michel Platini o Romario llenaron los ojos de los espectadores. En Beijing, fue Angel Di María el que sacó chapa de crack para el futuro. Su golazo en la final quedará grabado en la retina de los argentinos por largo tiempo. En el podio lo acompañan Sebastian Giovinco (Italia) y Victor Obinna (Nigeria).

- Hinchas

Los jugadores de la Selección Argentina de Fútbol Sub-23 lejos están, para la gran mayoría, del amateurismo. Profesionalizados al máximo, ni siquiera se alojaron en la Villa Olímpica, recibiendo privilegios a los que sólo ellos están acostumbrados. Pero verlos bailar y cantar en el podio, felices y satisfechos por la obtención de la medalla de oro, da verdadero placer. Al parecer los millones de euros de sus pases no pueden aplacar sus espíritus de hinchas libres y apasionados.

- Anteojito

La belga Tia Hellebaut, de 30 años, anteojos de aumento, sonrisa franca, cuerpo de espiga, piernas con resorte, saltó 2,05 (como pasar con margen por sobre la cabeza del Chapu Nocioni, por ejemplo) y se quedó con la medalla dorada del salto en alto. La belga, que igualó su marca bajo techo (nunca había saltado al aire libre), bajó a las favoritas, la croata Blanca Vlasic y la rusa Anna Checherova.

- Jabalina

El noruego Andreas Thorkildsen revalidó ayer su medalla de oro en el lanzamiento de la jabalina estableciendo nuevo record de los juegos. Thorkildsen lanzó el implemento a 90,57 metros en su cuarto intento, superando la marca de 90,17 que tenía el checo Jan Zelezny desde Sydney 2000. Esa distancia viene a ser como mandar el implemento de arco a arco (y un poquito más) en la cancha de Argentinos Juniors. El lanzamiento de jabalina –que antes era parte del pentatlon– forma parte del programa de los Juegos Olímpicos de la era moderna desde 1896.

- Minicuento

Argumento para un cuentito. Un tipo mete un gol, pero resulta que el juez lo anula por off-side de un compañero. El tipo, loco de contento, no ve que lo anularon y sale corriendo para festejar. Esta muy influenciado por los Juegos Olímpicos y entonces festeja imitando las brazadas de Phelps, las carreras de Bolt, las volcadas de los americanos de la NBA, el sombrerito de Di María y los saltos de la rusa Isindayeva. Tarda tanto tiempo en festejar el gol que el referí le saca roja directa y bate todos los records de estupidez.

- Humor

Denuncian que en la Villa Olímpica, que alberga a 17 mil atletas, “el olor a chivo es insoportable” (revista humorística Barcelona).