Banfield le ganó 2-1 a River. Sin embargo, si uno se deja llevar por la impresión que refleja el resultado, seguramente podría pensar algo distinto de lo que realmente sucedió ayer en el césped del Florencio Sola. Porque el conjunto de Burruchaga fue muy inteligente en su planteo, ganó con mucha autoridad y hasta pudo convertirle, al menos, dos goles más a su rival, que dejó una imagen deslucida y casi ni lo inquietó. Con una gran actuación de Bertolo y apoyado en la gran firmeza en todas sus líneas, Banfield consiguió la primera victoria del torneo Apertura, y casi sin despeinarse le pasó por encima a River, que sigue sin encontrar el rumbo y camina cada vez más lejos del nivel futbolístico que se espera del equipo.

Es que a pesar de las dos insinuaciones que tuvo Salcedo en los primeros minutos (en ambas tapó Lucchetti con mucha agilidad), lo del conjunto de la banda fue intrascendente. Poco hicieron los mediocampistas por entregarles la pelota limpia a los de arriba, y casi nada por buscar nuevos caminos, que fueron cerrados por el excelente trabajo de todas las líneas del local. Bustos, Civelli y Bertolo parecían multiplicarse en la mitad de la cancha con su sacrificio y su lucha cuerpo a cuerpo. Hasta Raymonda y Barrales bajaban algunos metros para colaborar con la marca. Pero lo del local no fue sólo eso.

También fue mérito de Banfield su efectividad. Porque en tan sólo tres llegadas convirtió dos goles. Primero, a los 7 minutos, Raymonda anotó la apertura del marcador, tras un centro al área desde la derecha. Y luego puso el 2-0 Bertolo, después de una magnífica jugada que surgió tras un error de Ahumada. El ex Boca recibió un pase milimétrico de Erviti –que manejó muy bien los hilos del equipo–, encaró, dejó en ridículo a Tuzzio, y también a Ponzio, y definió con un toque que dejó sin chances a Ojeda.

A partir de ahí River se desmoronó. En desventaja, perdido en la mitad de la cancha y sin un conductor nato, sólo aparecieron algunos destellos de Matías Abelairas, que poco pudo hacer para cambiar la historia: Banfield era claro dominador de un partido discreto, pero era merecido.

Nada cambió en el complemento. Más allá de los intentos tácticos de Diego Simeone (con el cambio de Archubi por Barrado y el ingreso de Flores y Bou), Banfield no se achicó y hasta creció con el desarrollo del partido. El equipo continuó siendo fuerte en la mitad del campo y cuando tuvo la pelota, especialmente en los pies de Bertolo, atacó con acierto. Pudo ser más amplia la diferencia, si no hubiese sido por el mano a mano que falló Barrales, en la mitad de la segunda parte, y por la jugada que desperdició Nieto, que se la dejó mansita a Ojeda. Sin embargo, lo que exhibió Banfield fue muy bueno y permite entusiasmar. A pesar de que cuando el partido expiraba, Falcao aprovechó un rechazo de Lucchetti y marcó el 2-1 final. Un resultado bastante digno para un River que siempre estuvo para el cachetazo y por momentos jugó muy mal.

Informe: Nicolás Sagaian.