Finalmente, Francia tuvo su pequeña revancha. Luego de las dos victorias de Los Pumas en el Mundial del año pasado, los franceses consiguieron ayer un triunfo apretado 12-6 en Marsella, que no hace olvidar aquellas dos caídas, pero que les sirvió para cortar el estigma en que se estaban convirtiendo los jugadores argentinos.

El encuentro tuvo un desarrollo monótono, en el que los dos equipos abusaron del juego con el pie y casi nunca se animaron a abrir sus ataques. Predominaron los intentos con los forwards y las defensas exhibieron su solidez, tanto que no hubo tries. Francia se puso en ventaja con drop de David Skrela (en la foto, tomado por Agulla y Hernández), pero Los Pumas igualaron rápido con un penal de Felipe Contepomi. Por la misma vía, primero a través de Baby y luego por Skrela, los franceses volvieron adelantarse en el marcador. Sobre el final de la etapa, Contepomi acercó a Los Pumas a tres puntos.

El trámite no cambió en la segunda parte. Argentina siguió con imprecisiones en el manejo de la pelota y le costó asegurar el line. Por eso, no encontró la manera de atacar y casi no inquietó el ingoal del conjunto local. Cerca del final, los franceses estiraron la diferencia con un nuevo penal de Skrela. En esos últimos minutos, los argentinos intentaron revertir el resultado buscando un try salvador, pero Francia se defendió bien y consumó la minirrevancha. Los Pumas necesitarán mejoras en los próximos dos tests en tierras europeas.