Con superioridad y mayor organización en su juego, Estudiantes derrotó a Boca y ganó el primer torneo de verano. El conjunto perdedor dejó en evidencia que le falta mejorar demasiado y abrió varios interrogantes cuando faltan dos semanas para arranque del torneo Clausura.

Estudiantes fue el que comenzó manejando mejor la pelota en la mitad de la cancha, a partir de la presión que ejercían sus volantes sobre la salida de Boca. Y como los defensores del conjunto de Alfio Basile estaban parados en línea, Estudiantes lo complicaba cuando buscaba con pases en profundidad entre los marcadores centrales.

Uno de los principales protagonistas en ese inicio fue Leandro González, quien consiguió escapar en tres oportunidades de sus marcadores y exigió al arquero García. Cuando apenas habían pasado 45 segundos, González no pudo en el mano a mano con García, que sacó el remate con la mano izquierda. Más tarde, González volvió a llegar, ahora por derecha, y luego de superar al arquero se quedó sin ángulo para definir. En la última, otra vez González definió al lado del palo luego de un centro desde la derecha. Boca no ofrecía variantes en ataque y su preocupación era replegarse bien atrás para no sufrir en defensa. De esa manera, el circuito ofensivo no tenía inventiva, y apenas el chico Colazzo era el que intentaba algo diferente. Y como no podía llegar con juego colectivo, la única acción de peligro en el primer tiempo fue con cabezazo de Viatri, luego de un tiro de esquina, donde la pelota salió al lado del palo. Pero nuevamente Estudiantes fue el que estuvo más cerca en el final de esa etapa, con un cabezazo de Desábato que se fue por arriba y con un tiro débil de González cuando estaba solo frente a García.

El desarrollo no varió en el segundo tiempo y Estudiantes siguió insistiendo en ataque. Y después de que Ibarra sacó en la línea un cabezazo de Desábato, Núñez marcó el gol después de una buena –túnel a Ibarra en el camino– maniobra de González por la izquierda. Boca contestó con un remate de Mouche, pero la pelota se fue al lado del palo.

La debacle de Boca llegó un rato más tarde, cuando Hoyos convirtió el segundo con un tiro desde afuera, y Sosa hizo el tercero con otro remate de media distancia, ante la pasividad de los rivales. El descuento de Viatri no alcanzó para la reacción general. Y encima M. Neumann aumentó la diferencia para el delirio platense.