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Independiente y Godoy Cruz jugaron un partido intenso en el estadio mundialista de Mendoza, pero no pudieron romper la paridad, porque ambos fallaron en la zona de definición. El Rojo fue apenas superior y no supo aprovechar la ventaja de jugar el último cuarto de hora con un hombre más. El Rojo sorprendió de entrada a Godoy Cruz y lo complicó con desbordes por los laterales. Piatti pudo abrir la cuenta cuando, a los 7 minutos, ingresó al área con la pelota al pie y, pese a tener otras opciones más claras de gol, definió con un zurdazo cruzado que se fue rozando el travesaño.

Era en la mitad de la cancha donde los de Avellaneda se hacían fuertes. Desde ahí armaban juego para los delanteros y para los laterales que se sumaban por sorpresa. Vella tuvo una muy buena chance con un disparo cruzado que también pasó muy cerca del arco derecho de Ibáñez.

No defendía bien el local y por eso Independiente se agrandaba. Recién cuando el mediocampo del conjunto mendocino se serenó y comenzó a manejar la pelota, el trámite se emparejó y el partido se hizo de ida y vuelta. Hubo situaciones de gol para ambos lados, pero todos fallaban en la definición y por eso no se salía de la paridad.

Antes de que los jugadores se fueran al descanso, una cosa quedaba en claro: el partido, que fue de menor a mayor, había ganado ritmo e intensidad.

Gallego entendió que para ganar Independiente necesitaba más juego en la zona media y por eso determinó los ingresos de Gracián y Rodríguez; mientras que, por su parte, Asad buscó poder de fuego con Higuaín en lugar del colombiano Castillo.

Con las cartas sobre la mesa, ambos equipos decidieron intercambiar golpe por golpe, pero fueron los de Avellaneda los que ganaron presencia en el campo rival. Gracián se juntaba bien con Rodríguez y hacían un lío bárbaro y buscaban el arco con insistencia: un gran remate del ex Boca se estrelló contra el palo izquierdo.

Godoy Cruz se defendía bien, con buena labor de Sigali, y por eso el Rojo comenzó a buscar con centros la cabeza salvadora de Silvera, pero faltaba precisión. Los mendocinos, que necesitaban más de Carranza e Higuaín, probaban suerte con remates desde afuera del área. Nada serio.

En un buen avance de los de Gallego, Godoy Cruz se salvó de milagro. Un mal despeje defensivo se convirtió en un centro perfecto para Gandín, que definió con un buen cabezazo que pegó en el palo y luego atrapó Ibáñez.

Inmediatamente después, los mendocinos se quedaron con diez por la expulsión de Carranza, que simuló una falta en el área, el árbitro Collado no compró y se ganó una segunda amarilla. El Rojo vio la oportunidad y volvió a apretar el acelerador. Pero por más que intentó, no pudo atravesar la muralla defensiva del Tomba que, heroica, aguantó todas las embestidas.

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