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Si bien fue Julio Lamas el entrenador que comenzó a apostar por ellos, los integrantes de la Generación Dorada se chocarán en los octavos de final contra Rubén Magnano, el principal impulsor de esta selección, ahora como cabeza visible del cuerpo técnico de Brasil. Con la cómoda victoria 92-74 sobre Croacia, el conjunto brasileño se garantizó el tercer lugar del Grupo B y el martes a las 15 será el rival de Argentina en los octavos de final. Un clásico con mucho en juego, con el plus que significa la presencia de Magnano como coach brasileño.

Magnano fue el entrenador argentino desde 2000 hasta 2004. En ese período obtuvo el título en el Premundial de Neuquén en 2001, el subcampeonato del mundo en Indianápolis 2002 y la medalla dorada en los Juegos Olímpicos Atenas 2004. También fue el artífice de los dos triunfos sobre los NBA de Estados Unidos. En el actual certamen, ya como DT de Brasil, estuvo a punto de repetir, pero Marcelo Huertas y Leandrinho no pudieron aprovechar el último tiro y su equipo cayó por dos puntos.

“El momento más difícil fue al escuchar el Himno”, contó el técnico cordobés hace tres semanas en el torneo de Logroño, cuando se enfrentó por primera vez ante sus ex dirigidos. Aquella vez la victoria fue para Argentina con un desarrollo más cómodo que el 77-73 final, aunque los dos equipos tenían varias ausencias.

En cuanto al plantel, Magnano lidera a un grupo joven y talentoso, aunque con un karma ante Argentina, ya que los triunfos que pudieron lograr en los últimos años sólo fueron en torneos menores, con equipos argentinos disminuidos. En cambio, Argentina los eliminó en el Mundial 2002 en cuartos de final y los dejó afuera de los Juegos Olímpicos en el Preolímpico de Las Vegas en 2007.