Al día siguiente de que la UCR y el socialismo anunciaran su intención de consolidar un frente progresista de cara a las elecciones de 2011, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, avanzó un paso más en su alejamiento de los partidos con los que hace poco más de un año supo integrar el Acuerdo Cívico y Social. “En este momento estamos trabajando con varias cosas, no con formar parte de ese espacio. Tenemos disidencias programáticas con el socialismo. Hay diferencias insalvables, sobre todo con el tema del campo y con lo relacionado a estatizaciones”, explicó ayer Carrió, y en medio de bromas respecto de sus divorcios sentimentales y políticos sentenció que ella no comparte fórmula con nadie.

Con su habitual sentido del humor irónico, la diputada se mostró “contentísima” de haberse separado del radicalismo y del socialismo, después de una seguidilla de conflictos que protagonizó con el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, con el diputado bonaerense, Ricardo Alfonsín y con la jefa del GEN, Margarita Stolbizer. “Estoy como liberada, como cuando me divorcié de mi marido”, bromeó la líder de la CC, feliz de no tener que consultar con nadie ninguna de sus definiciones políticas.

En declaraciones radiales, la chaqueña utilizó sus relaciones afectivas como metáfora para referirse a sus vínculos políticos. De esa manera dejó en claro que su ruptura va más allá de la “pausa” con la que otros dirigentes del ex Acuerdo Cívico y Social quisieron calificar la decisión de apartarse de la alianza conformada para las legislativas del año pasado. “Tengo cuatro divorcios: dos maridos, los radicales y los socialistas”, señaló. Pero la chaqueña no se quedó allí, sino que reveló que los ex maridos “me han seguido queriendo, pero después no me tuvieron más”.

Las declaraciones de Carrió fueron también una respuesta a la cumbre liderada por Rubén Giustiniani (PS) y Ernesto Sanz (UCR), en la que los partidos comenzaron a discutir un documento de diez puntos programáticos para construir una alternativa electoral progresista. “El problema con el socialismo son ciertas actitudes que tienen ellos, no en lo programático, sino en lo actitudinal”, afirmó uno de los mejores intérpretes de los crípticos mensajes de Lilita. Y el problema no es sólo con el gobernador santafesino, sino también en Diputados, donde les achacan a los legisladores su postura en torno de las retenciones y, más recientemente, respecto del proyecto enviado por el oficialismo para declarar de interés público la producción y comercialización de papel para diarios.

Fuentes de la Coalición Cívica aseguraron que hasta después del lanzamiento de los candidatos de la CC, las definiciones de Lilita van a ser de “distancia”. El objetivo de la chaqueña es reafirmar la identidad partidaria y también parlamentaria. “Estamos felices, organizando el acto del 9 de septiembre en el Coliseo con nuestros candidatos a intendentes y a gobernadores”, machacó Carrió. Entre otros, se impulsará a los diputados Adrián Pérez en la ciudad de Buenos Aires, Juan Carlos Morán en la provincia de Buenos Aires, Carlos Comi en Santa Fe y Laura Sesma en Córdoba.

A pesar de profundizar su distanciamiento y remarcar las diferencias que mantiene con el socialismo, fuentes cercanas a Carrió desmintieron que esto signifique una ruptura definitiva hacia el futuro, o un cambio de planes respecto del plazo hasta diciembre para reconsiderar la situación. La diputada nacional no descartó, por ejemplo, participar de la interna abierta para dirimir las candidaturas del espacio no peronista e, incluso, armar una alianza con dirigentes del peronismo que “no sean corruptos”. Para más detalles, Lilita precisó que cuando se refiere a “peronistas corruptos” está hablando del ex presidente Eduardo Duhalde.

“El radicalismo está inflado, no-sotros no nos compramos eso. De ningún modo vamos a resignar encabezar las alianzas que armemos cuando todavía falta un año para las elecciones”, aseguraron fuentes de la CC. Siguiendo esa premisa es que Carrió apuesta a profundizar su fuerza en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires, dos distritos donde la UCR tiene serios problemas de liderazgo.