En el tercer minuto de descuento, con el espíritu goleador de su papá, Yamil Asad le dio una alegría a Vélez, que rompió una sequía de cinco encuentros sin victorias a expensas de Lanús. El equipo local, que piensa en la Copa Argentina y no jugó bien, llegó a cinco fechas sin ganar. El encuentro en el estadio Néstor Díaz Pérez se jugó con ambas parcialidades. Guillermo Barros Schelotto, técnico de Lanús, había advertido en la semana que su equipo debía aprovechar el flojo momento del conjunto de Liniers. Sin embargo, fue el juvenil equipo el que dominó el juego en la primera parte, sacando ventaja de la ausencia de Fritzler. Tanto el mediocampista, con un golpe, como Acosta, que empezó en el banco, parecían reservados para las semifinales de la Copa Argentina del próximo viernes ante Boca. Esta situación, más las ausencias de Braghieri (desgarro), Velázquez y Ayala, suspendidos, potenció a Vélez, que merodeó el gol con Caraglio. El delantero casi le roba la pelota al arquero Ibáñez, que había intentado eludirlo, además de buscarlo de cabeza y con un derechazo alto. El debutante Cufre y Asad también lo tuvieron, pero definieron sin fuerza.

En el complemento se disputaron el dominio de la pelota, aunque se olvidaron de los arcos. Por eso Acosta ingresó a falta de media hora para cambiar el trámite del partido y casi lo consigue. Pero su jugada, a pura gambeta y con caño incluido, terminó en el travesaño. El conjunto de Russo respondió con un cabezazo desviado de Desábato y en la jugada final se sacó la mufa con el tanto de Yamil Asad, tras un buen pase de Somoza.