Tal como lo adelantara Página/12, Turner está dispuesta a comprar los derechos de televisión del fútbol argentino. Sobre ese tópico hablaron ayer en la Casa Rosada el presidente Mauricio Macri y Joel Whitten, vicepresidente ejecutivo de Distribución y Marketing de Turner Latinoamérica, en un encuentro del que también participaron el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, y el titular de Fútbol para Todos (FTP), Fernando Marín.

Luego de la reunión, que no estuvo incluida en la agenda oficial del primer mandatario, trascendió que Turner estaría dispuesta a cumplir con el requisito del Gobierno de “mantener la gratuidad” hasta 2019, pero después introduciría el pay per view (pague por ver). A cambio la empresa estadounidense pide encontrar un marco jurídico que le permita comercializar libremente la televisación de los partidos desde 2019 ante un eventual cambio de gobierno, porque considera que “es un negocio a largo plazo”.

Los números que venían trascendiendo después de un par de reuniones que Whit Richardson y Víctor Hugo Roldán (presidente y jefe de legales de Turner Latinoamérica, respectivamente) mantuvieron en abril con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y con algunos dirigentes del fútbol que en ese entonces ocupaban cargos en la AFA –entre ellos, Claudio “Chiqui” Tapia– hablan de 7500 millones de pesos en tres años.

La dirigencia del fútbol fogonea dar por terminada la sociedad con el Estado, aunque la propuesta de Turner sería para arrancar recién en 2017 porque los tiempos no dan para ponerla en marcha abarcando el torneo que se sorteó el miércoles. Además, el tironeo entre los dirigentes del fútbol y el Gobierno se agudizó en los últimos días, cuando desde el Poder Ejecutivo y a través del Comité de Regularización que preside Armando Pérez se aseguró que para lo que resta del año FTP pagará 1800 millones para televisar el fútbol argentino y no 2500, como habría prometido para que se votara la creación de la Superliga. Esta diferencia entre el monto prometido y el confirmado llevó a los clubes del ascenso a mantener la incertidumbre sobre el comienzo de los respectivos torneos ante la imposibilidad de asumir los costos. Precisamente, ayer, Pérez le ofreció un extra de 35 millones de pesos al ascenso, pero el conflicto aún no se destrabó.