San Lorenzo pensó que tenía la llave del éxito, pero Lanús lo devolvió a la realidad. Es que el esquema ultradefensivo que viene planteando Oscar Ruggeri tropezó con la practicidad del conjunto de Cabrero, que no dejó espacios para el contragolpe y aprovechó dos penales que convirtió Maximiliano Velásquez para ganarle y bajarlo de la punta del Apertura.

En el primer tiempo, los dos equipos se dedicaron más a cuidarse de los eventuales ataques del adversario que a tratar de agredirse. Entonces, el encuentro se tornó luchado, con mucho pelotazos sin destino en la mitad de la cancha y con pocas situaciones frente a los arcos. Dentro de ese panorama, Lanús se mostraba algo más prolijo en el trato de la pelota, aunque le faltaba profundidad para acercarse al arco defendido por Saja.

Del otro lado, el esquema ultradefensivo que tantos éxitos le venía dando en los últimos partidos esta vez le costó caro. Es que ante un equipo que nunca se desprotegió en el fondo, la soledad de Silvera y Lavezzi en ofensiva se transformó en una limitación muy grande.

A medida que transcurrían los minutos, el desarrollo no pintaba para cambiar, más allá del mejor toque de pelota de los locales. Y sólo se modificó gracias a que Jonathan Bottinelli apenas lo tomó en área a Biglieri y Pezzotta señaló el penal. Como Velásquez lo anotó con un fuerte remate al medio del arco, Lanús encontró la llave para destrabar el partido. Fue entonces cuando el conjunto de Cabrero pudo justificar la diferencia, gracias a que San Lorenzo se adelantó, sin ideas, en el terreno. Y por más que las situaciones de riesgo frente a Saja no fueron muy nítidas, la sensación de mayor peligro siempre corrió por cuenta de Lanús. Tanto que la única llegada de peligro de San Lorenzo se produjo cuando promediaba la segunda etapa, cuando Jonathan Bottinelli habilitó a Silvera, que giró en el área, pero su remate al primer palo fue bien desviado por Bossio al córner.

Frente a la impotencia de los de Ruggeri, Lanús le opuso practicidad. Ya sobre el final, Graf se escapó entre Bottinelli y Méndez, que lo bajó en el área. Esta vez, el penal de Velásquez fue suave y esquinado, para que Lanús lograra su primera victoria como local en el torneo. Y sobre todo, sirvió para mostrarle a San Lorenzo que sus planteos defensivos no siempre le traerán triunfos.