El escándalo por las amenazas de muerte de los barrabravas de Gimnasia a los jugadores sumó ayer un nuevo capítulo. Después de que los integrantes del plantel no se presentaran el viernes pasado ante la Justicia, el entrenador Pedro Troglio y su ayudante de campo, Nicolás Russo, declararon en la Dirección Departamental de Investigaciones de La Plata ante el fiscal Marcelo Romero. “Si los jugadores, que son las presuntas víctimas, dicen que no los amenazaron, la causa se cae y no hay más nada que investigar”, advirtió Romero, que igualmente calificó como “satisfactoria” la declaración del entrenador de Gimnasia.

Esta vez no acusaron falta de citación. Troglio y Russo declararon ante la Justicia en la causa abierta por las presuntas amenazas de barrabravas del club para que el equipo no le ganara a Boca, que dio vuelta el partido con inusual facilidad y ganó 4-1. Troglio estuvo dos horas en el recinto y cerca de las 14.30 se retiró sin hacer declaraciones. El fiscal Marcelo Romero, quien prefirió no dar indicios de la declaraciones de Troglio y Russo, anunció que citará nuevamente a los jugadores para el próximo lunes a las 8.30 y aclaró que si ellos niegan las amenazas la causa “se cae”. “Por un respeto profesional a los jugadores no vamos a decir lo que han declarado. Es importante el aporte de ellos porque también son protagonistas de estos incidentes. Si los jugadores, que son las presuntas víctimas, dicen que no los amenazaron, la causa se cae y no hay más nada que investigar”, detalló Romero.

El viernes pasado, el presidente de Gimnasia, Juan José Muñoz, declaró en la DDI de La Plata y, después de hablar con el fiscal, afirmó que “en el club no hay barrabravas”. El dirigente detalló que se reunió con el plantel, aunque aclaró que los jugadores prefirieron no hablar con él. Ese día, también declararon el secretario Marcelo Leguizamón Brown y el vocal Mariano Berón, presuntos testigos de las amenazas recibidas por los jugadores en Estancia Chica.