La previa del superclásico del domingo no tiene demasiados misterios. A casi 72 horas del trascendental partido, tanto Miguel Russo como Daniel Passarella mostraron las cartas con las que se presentarán en la Bombonera. En Boca, el entrenador decidió sólo una variante respecto del equipo que superó a Vélez, con el regreso de Claudio Morel Rodríguez tras una fecha de suspensión, mientras que en River el técnico colocará cinco variantes en relación con el equipo que actuó ante Caracas en Cúcuta, sin tener en cuenta el encuentro con mayoría de suplentes ante Belgrano. Además, quedó confirmado que Ariel Ortega ni siquiera estará entre los 20 futbolistas que se concentrarán de cara al partido.

En una práctica de fútbol en la que los titulares golearon 5-0 a un grupo de juveniles, Russo dejó en claro la formación con la que afrontará el clásico. Allí se decidió por el regreso de Morel Rodríguez en lugar de Matías Silvestre, que será relegado al banco de suplentes. De esta manera, el defensor paraguayo actuará como zaguero, en tanto que Clemente Rodríguez seguirá como lateral por la izquierda. Con esa única variante, Boca formará con Caranta; Ibarra, Daniel Díaz, Morel Rodríguez, Clemente Rodríguez; Ledesma, Banega, Cardoso; Riquelme; Palacio, Palermo.

Por el lado de River, el entrenamiento futbolístico llevado a cabo ayer despejó las dudas. En defensa, los relegados son Danilo Gerlo, Nelson Rivas y Cristian Villagra, por quienes ingresarán Cristian Nasuti, Federico Lussenhoff y Eduardo Tuzzio. La presencia de Oscar Ahumada en lugar de Víctor Zapata, excluido tras su expulsión en la Copa, es la novedad en la mitad de la cancha. Y adelante, el reemplazante del lesionado Ernesto Farías será Marco Ruben. Ante ese panorama, los once elegidos por Passarella serán Carrizo; Ferrari, Nasuti, Lussenhoff, Tuzzio; Augusto Fernández, Ponzio, Ahumada, Belluschi; Rosales, Ruben.

Tras la práctica en Casa Amarilla, Martín Palermo expresó el sentimiento del plantel boquense, en donde un empate no sería tan mal visto. Aunque el goleador también aclaró la importancia de superar a River para apartarlo de la pelea por el título. “Un empate no es malo. Pero si nosotros ganamos nos sacamos del camino a un rival directo”, comentó el máximo anotador del campeonato, que expresó que en la calle los hinchas le ruegan por una victoria. “Sabemos que a ellos un empate no les significará mucho, por ahí les sirve para seguir con algunas chances, pero nosotros consideramos que si les ganamos sacaríamos a un rival directo”, sostuvo.

En el otro campamento, el que tomó la palabra fue Carrizo, que señaló que una hipotética victoria el domingo no significará aliviar el dolor por la frustración en la Copa Libertadores. “Ganarle a Boca no servirá para tapar todo el sufrimiento que nos produjo quedar eliminados de la Copa Libertadores. Aunque de todo hay que sacar cosas positivas y golpes como ese también sirven para crecer”, señaló el arquero, que desde que se ganó la titularidad nunca perdió un clásico ante Boca.

Sobre los mayores temores que le genera el adversario, el jugador de la Selección argentina no dudó en remarcar a Palermo como el factor más importante de uno de los líderes del Clausura. “Si tengo que cuidarme de alguien en especial de Boca, lo hago de Palermo, inclusive por encima de Rodrigo Palacio. Es que en el aire, ya lanzado, es muy difícil de controlar”, comentó Carrizo, que el domingo tendrá su bautismo en la Bombonera, ya que hasta ahora sólo actuó allí una vez en la reserva.