Salió por el mismo túnel de siempre, ese que ya había recorrido durante más de cuatro años. Caminó unos metros por esa pista de atletismo que siempre lo vio hiperactivo. Giró hacia su derecha y miró que el banco en el que se solía sentar ya estaba ocupado. Entonces agachó la cabeza, caminó hacia el otro sector y comenzó a descubrir el banco visitante.

Marcelo Bielsa volvió al Monumental. Esta vez para ser el visitante de honor en el debut argentino en las Eliminatorias. El mejor premio que se llevará será el reconocimiento de sus ex dirigidos que fueron a saludarlo antes de que comenzara el juego. El primero en acercarse fue Zanetti, casi como una bienvenida oficial del hoy capitán argentino. Luego llegó Tevez, quien unos días atrás calificó al rosarino como el mejor técnico que tuvo en su carrera. Mascherano saludó a todos los suplentes y colaboradores antes de abrazar a Bielsa y sacarle su primera sonrisa. Finalmente Abbondanzieri, mientras cruzaba de un sector a otro de la cancha, también saludó al entrenador chileno.

El público se mantuvo al margen. Sólo se manifestó con algunas banderas –unas ofensivas, otras a favor– y cuando se lo anunció por altoparlantes previo al inicio del juego: allí, los silbidos de la popular se mezclaron con aplausos de la platea. Pero todo se enmarcó en un respeto mutuo. “Siempre me he manejado con respeto en relación a los aficionados de mi país y me parece una muestra en concordancia con una forma de comportarse, la agradezco y la valoro”, dijo Bielsa tras la derrota.

Durante el partido, el Loco no estuvo tan loco como siempre. Quizá no quiso ser muy expresivo por el rival de turno y por los recuerdos latentes. Mostró algo de su repertorio en la modificación que realizó en la primera parte, algo poco tradicional para muchos, pero que él ya repitió en otras ocasiones. Pero al mismo tiempo mostró un cambio en su libreto, al juntar a dos hombres de área –Salas y Suazo– en el segundo tiempo, algo que parecía imposible en otros tiempos.

Bielsa y Chile se están conociendo. El debut fue negativo, tanta ilusión previa no se correspondió con lo mostrado en la cancha.

Informe: M. V.