El diputado y economista de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Claudio Lozano, difundió el martes un comunicado solicitando que se suspenda el aumento de las retenciones mientras se debate en el Congreso el proyecto enviado por el Gobierno para ratificar la iniciativa. Además, pidió que las comisiones de Agricultura de ambas cámaras “convoquen a las cuatro entidades del campo” para “procesar una nueva estrategia de acuerdos”. La posición generó revuelo en la CTA, pues esta organización sindical ya se había pronunciado orgánicamente a favor de la suba de las retenciones el pasado 27 de marzo.

“La resolución no se tiene que suspender. Es una herramienta de política económica que sirve para redistribuir la riqueza”, señaló a PáginaI12 Manuel Alsina, secretario general adjunto de la CTA Capital. En el mismo sentido se expresó Francisco “Tito” Nenna, secretario adjunto de la Central de los Trabajadores de la Educación (Ctera) y miembro del secretariado de la Mesa Nacional de la CTA. “Lozano dice que está a favor de las retenciones, pero al mismo tiempo propone volver al 10 de marzo para rediscutir. Eso es una barbaridad que habilita la presión de las grandes corporaciones empresarias”, afirmó a este diario. La propuesta también fue cuestionada porque durante el lapso en que la norma no esté vigente los empresarios aprovecharán para exportar los 20 millones de toneladas de soja que aún acaparan en sus campos, pagando sólo una retención del 35 por ciento, tal como vienen pidiendo los dirigentes del agro.

La decisión de Lozano de convocar a participar del debate parlamentario únicamente a las cuatro entidades rurales que protagonizan el lockout también generó malestar. “No sólo deja afuera a otros sectores rurales, como los movimientos campesinos, sino que presume que los trabajadores y el conjunto de los argentinos que no vivimos de la renta agraria no tenemos derecho a participar frente a decisiones que afectan el precio de los alimentos que componen nuestra mesa diaria”, agregó Nenna.

En los últimos años, la CTA articuló políticas con los pequeños y medianos productores de Federación Agraria, pero siempre expresó un fuerte rechazo a las organizaciones patronales que agrupan a los terratenientes. El problema es que ahora Federación Agraria y la Sociedad Rural trabajan en conjunto y el propio Eduardo Buzzi, titular de la Federación, expresó que la Rural “ya no es la oligarquía ganadera”. Por ese motivo, algunos dirigentes han pedido revisar las alianzas que tiene actualmente la central sindical.

“A mí me provocó malestar que Federación Agraria se haya aliado con las corporaciones que tienen las manos manchadas con la sangre de nuestros compañeros. Hace falta discutir más con quien articulamos”, aseguró a PáginaI12 la chaqueña Belén Rodríguez, secretaria de Juventud de la CTA Nacional. La propuesta de estos dirigentes es hacer participar del debate a movimientos campesinos como Mocase y Mocafor, que también tienen vínculos con la CTA y parecieran estar quedando afuera de la discusión parlamentaria. Para ellos las retenciones no son un problema porque no exportan. Por lo general, producen hortalizas y ganado para consumo propio y apenas pueden comercializar el excedente. Sin embargo, el modelo sojero no les resultó indiferente sino absolutamente ruinoso. “Muchos grandes empresarios los desalojaron violentamente de sus tierras para imponer el monocultivo. Por lo tanto, ahora también quieren discutir el modelo agrario y garantizar la soberanía alimentaria”, afirmó Rodríguez.