El intercambio comercial con el exterior sigue proporcionando una buena fuente de divisas, ya que la entrada neta en julio ascendió a 1315 millones de dólares, un 36 por ciento más que en el mismo mes del año pasado. Sin embargo, se evidencian fuertes caídas tanto en las exportaciones como en las importaciones, que contrastan con la mejoría que se había producido en junio. La baja en las ventas al exterior fue del 30 por ciento, explicada por las fuertes bajas de precios en todos los rubros y la caída en las cantidades de Productos primarios. Las importaciones cayeron un 41 por ciento, en especial los bienes intermedios. En el acumulado del año, el superávit es de 11.177 millones de dólares, casi el total de la entrada de divisas por el comercio de todo el año pasado.

Según el informe mensual del Indec, los datos de julio, más allá del superávit (que había anticipado la presidenta Cristina Kirchner), quiebran una tendencia hacia la disminución en las caídas interanuales. Para el caso de las exportaciones, que acumularon 4895 millones de dólares, se produjo la segunda baja más importante del año, detrás de enero. Las importaciones muestran la tercera caída más fuerte. Sumaron 3580 millones. En ambos casos las bajas mensuales son mayores que las del acumulado en el año. La entrada de divisas es un dato positivo en función de la necesidad de dólares para sostener la política cambiaria y hacer frente a la fuga de capitales, pero los datos del mes tienen más significancia para dar una idea del panorama económico interno.

Para las exportaciones, la caída en junio había sido del 5 por ciento. La baja de julio (-30) se debe a precios (-18) y a cantidades (-15). Más en detalle, se explica por una baja de los precios en los cuatro rubros de exportación. Unicamente en Productos primarios se produjo una caída relevante en las cantidades. Para ello fue determinante la sequía que afectó al agro, lo que redujo significativamente el saldo exportable. Desde el Indec aclaran que para la comparación anual se debe tener en cuenta que julio de 2008 fue el segundo record histórico.

En las exportaciones, los Productos primarios cayeron un 63 por ciento, explicados por una baja en las cantidades del 55 por ciento. Las dos principales caídas se dieron en Cereales (que incluye el trigo, muy afectado por la sequía) y Semillas y frutos oleaginosos. En Combustibles y energía (-37), las cantidades aumentaron (14), pero la baja en los precios fue determinante (-44). El principal rubro de exportación, las Manufacturas de origen agropecuario bajaron un 10 por ciento, otra vez explicadas por el movimiento de precios (-14), que más que compensaron una leve suba en las cantidades del 4 por ciento. En la misma línea, la Manufacturas de origen industrial no tuvieron mal desempeño a nivel cantidades (-2), pero la baja en los precios (-14) signaron la caída general del 15 por ciento.

Para las importaciones, el de-sempeño de julio está más en línea con las fuertes caídas que se produjeron durante todo el año. En términos intermensuales desestacionalizados, la baja frente a junio es ínfima. En líneas generales, la baja del 41 por ciento se debió tanto a precios (-18) como a cantidades (-28). El impacto es reflejo de la caída en la actividad interna, a nivel consumo e inversión. De hecho, las bajas más fuertes se dieron en productos destinados a la industria local. Lideran la caída las compras de Bienes intermedios (-49) y Combustibles y lubricantes (-44), Vehículos automotores de pasajeros (-46) y Bienes de capital (-38).

El comercio regional en el Mercosur para julio muestra una caída del 43 por ciento en las importaciones y una baja del 17 para las exportaciones, bastante menor que la caída general. Las compras al bloque regional representaron el 33 por ciento del total, mientras que las ventas el 22 por ciento. El comercio con Brasil sufrió un impacto menor que el Mercosur y que el nivel general: la baja en las exportaciones fue de 13 por ciento, mientras que en las importaciones fue de 35.